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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

5 lecciones de negocio si quieres montar una librería (con encanto)

Que levanten la mano todos los lectores que en realidad creen que serían muy felices si en vez de hacer lo que sea que hacen como trabajo tuviesen una librería. En la redacción de Librópatas tenemos todas nuestras manos levantadas, porque en el fondo no queremos tener una web de libros. Queremos tener una librería (a pesar de que ya tenemos a quien nos dice que lo de tener una librería no es la mejor idea para hacerse ricas o al menos para llegar bastante bien a finales de mes). Y quizás por eso nos encanta leer libros sobre personas que empiezan una nueva vida montando una librería, ya sean best-sellers o pequeños clásicos contemporáneos como La librería, de Penelope Fitzgerald.

La librería, editado en castellano por Impedimenta hace unos años (ya sabéis, una de esas ediciones bonitas y cuidadas que entran directamente por los ojos: mi primer encuentro con este libro fue en una mesa de novedades hace unos años y me costó mucho no llevármelo…, cuando lo compré tiempo después ya iba por la octava edición), es una de las obras básicas de la escritora británica, quien consiguió con ella ser finalista del Booker Prize en 1978. Cuenta la historia de una mujer, Florence Green, que vive en un pueblecito perdido de Inglaterra, uno de esos que va perdiendo todos los posibles medios de transporte y comunicación con el resto de la civilización, a finales de los años 50. Florence decide dar un cambio a su vida y montar una librería en una casa que llevaba años abandonada, pero el éxito librero no es tan fácil.

De la novela se pueden extraer muchas cosas (empezando por un buen rato de lectura), como por ejemplo ciertas lecciones sobre cómo montar una librería.

Escoge un lugar con encanto para poner tu librería

Sí, los libros son lo más importante. Pero el escenario no lo es menos. La librería Old House, la de Florence, no solo está en un pueblo remoto de difícil acceso (como bien saben los servicios de logística de las editoriales) sino que además ocupa una casa muy antigua, que estaba medio derruida, que tiene corrientes de aire y humedades (esto os parecerá muy exótico, a menos que seáis ingleses como Florence… o de Galicia, donde conocemos demasiado bien a la humedad) y, sobre todo, que tenga sorpresa. La Old House tiene un rapper, que es como un poltergeist pero local.

No te enfrentes a las fuerzas vivas

Abrir una librería tiene un poco de ejercicio de diplomacia, sobre todo si lo haces en un pueblo pequeño. Y sobre todo si la mujer más influyente de la localidad tenía pensado convertir tu casa, a pesar del fantasma, en otra cosa que le hacía más feliz. Así que ten cuidado con las decisiones que tomas.

No desequilibres el pueblo

¡¡Una librería es un negocio explosivo!! Es uno de esos que puede hacer que las cosas cambien de forma sorprendente y que puede hacer que la gente cambie tanto como el edificio en el que has instalado tu negocio (bueno, salvo el fantasma: los fantasmas nunca se van del local). Así que ten cuidado y maneja los libros con tanto cuidado como manejarías pólvora.

Piénsate muy bien si quieres lanzarte a los libros polémicos

¿Lolita en la edición de Olympia Press en un remoto pueblo costero? Florence Green pide consejo a diferentes lectores para decidir si venderá o no el libro. Lo vende, cierto, pero Lolita tiene consecuencias que van mucho más allá de aparecer simplemente en el escaparate de su local.

Escoge bien a tus trabajadores

Y sobre todo recuerda que tan importante es tener buenos libros como tener buenos libreros. Escoge con cuidado a quien te acompañará en esta aventura y ficha a los mejores empleados para vender libros. En La librería, Florence Green ficha a Christine, de diez años, que se pasa todas las tardes a echar una mano colocando libros, gestionando la biblioteca circulante y que bien merecería un libro para ella sola.