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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

Alfabeto moral nazi

Una novela inolvidable sobre el rostro más brutal de la abyección humana. Una parábola de la maldad despojada de cualquier asomo de sentimiento.

Un relato que duele, porque Arnost Lustig (Praga, 1926-2011) imbuye al lector del mismo desasosiego que acompañará el paradójico viaje de
los protagonistas. ‘Una oración por Katerina Horovitzová’ está inspirada en un hecho real, el vaivén maligno al que se verá sometido un grupo de millonarios judíos americanos que es apresado por los nazis en Italia. Cuando se encuentran en tránsito por un campo de concentración polaco, probablemente Auschwitz, Herman Cohen, uno de los hombres de negocios, compra la vida de la joven bailarina polaca Katerina Horovitzová, que será la única de su familia que logrará sortear la cámara de gas. Y la compra de sus propias vidas será la oferta que recibirán estos acaudalados empresarios. Bedrich Brensken, el oficial de las SS que les custodia, un personaje perverso y vil que encarna a la perfección el «alfabeto moral» del nuevo ario, les exige financiar de sus bolsillos los gastos de un intercambio con generales alemanes en manos de los aliados. Comienza así un periplo trágico en el que todos intuyen cuál será su destino, «aquella humareda grasienta y caliginosa que vagaba por el cielo casi sin pausa». Desde el principio. «¿Por qué la gente del andén cuchicheaba que allí estaba el gas? ¿Aqué gas se referían?», se interroga Cohen al comienzo del relato. Los acaudalados presos se aferran y se dejan persuadir por la retórica obscena de Brensken, que se regodea en su cinismo. Lustig escribe una historia atroz en la que perfila personajes que son arquetipos de un tiempo histórico que sobrepasó el entendimiento humano: el oficial
desalmado Brensken, el rabino Dajem de Lodz, esclavizado por sus verdugos; la ingenua Katerina, insumisa a su destino; el lúcido Rappaport-Lieben, que presiente la catástrofe, o el pragmático Herman Cohen.

Por Íñigo Irrutia