cabecera 1080x140

Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

«Querido Diego,
te abraza Quiela», de Elena Poniatowska

Querido Diego, te abraza Quiela de Poniatowska es de 1978, ahora reeditado. Poniatowska es escritora, activista y periodista, ella se siente más identificada con esto último, ya que es a través de la crónica como ella desarrolla sus historias, bebiendo de lo que sucede a su alrededor.

Aunque el amor deje cicatrices, prefiero mil veces haber amado que no haber experimentado el roce de otros dedos sobre mi piel. Tras el ardor y la entrega, tan sólo los recuerdos, tras el tiempo compartido, días y meses, quizá años de silencio y el frío sobre los miembros que fueron enfebrecidos. Como mujer nunca fuiste respetada, pues otra hija llegó a este mundo, tú hubieras tenido al tuyo como consuelo, pero la dicha no duró, se fue tan pronto y te dejó sola.

Todos recordamos a Diego Rivera como compañero de Frida Kahlo, aquel que la arroyó y marcó tan fuerte como aquel tranvía que le cambiaría la vida. No podemos recordar a uno sin el otro, pero Diego tuvo muchas mujeres, Guadalupe Marín, que le daría dos hijas, y Angelina Beloff, la primera, la de su época parisina. Diez años con Angelina y un hijo en común, que moriría en aquellos años de penurias de la primera guerra mundial, cuando de todo les faltaba para salir adelante, ambos sin recursos, el hambre por todas partes. Diego tuvo oportunidad de abandonar Francia y también dejó atrás a Angelina, no volvió la vista atrás.

La escritora Elena Poniatowska en Querido Diego, te abraza Quiela nos recuerda a Angelina, a través de sus cartas nos cuenta su historia de abandono. Recrea aquellas posibles cartas que pudo ella escribir desde sus estrecheces, Diego le enviaría giros con dinero, a aquel que fuera su compañero durante tantos años. Digerir el silencio del ser amado, sin saber la razón de su marcha, sin cerrar aquella puerta para poder avanzar. El limbo eterno emocional para una mujer que lo había dado todo por el hombre y por el pintor, sacrificándose a sí misma ante él, sin esperar nada a cambio, tan sólo sentirse querida, pero ya en la distancia no era posible.

Sabemos que las cartas son recreadas por la autora a través de biografías como la que cita al final del libro “La fabulosa vida de Diego Rivera” de Bertram Wolfe y supongo que también utilizaría parte del diario que dejó Angelina sobre los años en París; pero conociendo los patrones de comportamiento con el sexo femenino por parte del pintor, la relación que mantuvo con la pintora Frida Kahlo fue tortuosa, no nos conduce al asombro que fuese un hombre egoísta, déspota y con un gran ego, pues llegó a ser más tarde encumbrado a modo de dios en México. Sus amantes fueron muchas, sus mujeres tres, todas ellas quedaron marcadas.

Tan sólo trece años después del abandono de Diego se atrevería Angelina a viajar a México, donde produjo la mayoría de su obra reconocida. Conseguiría vivir en la tierra que había aprendido a amar a través de él, aunque viviera algo apartada del pintor y sus seguidores, ya que él viviría tiempos de gloria. Su obra fue eclipsada por Diego. Una artista relegada al olvido por seguir el recuerdo de un hombre, ya que Europa la dejó atrás y México recogió su legado.

Se mantendría trabajando como profesora de dibujo y grabado. La creación de teatro infantil era parte de su cometido, para ello crearía marionetas, títeres y escenografía. En su obra se encontraban influencias de autores europeos con imágenes y colores mexicanos, aunque no utiliza símbolos nacionales, prefirió recrear lo cotidiano. La colección más importante de su obra se encuentra en el Museo Dolores Olmedo, ya que contiene dibujos, acuarelas y óleos de la primera época parisina. El resto se encuentra repartido entre las colecciones del Museo de Arte Moderno, el Museo Nacional de Arte, y la Colección Blaisten como también en algunas colecciones privadas.

Querido Diego, te abraza Quiela de Poniatowska es de 1978, ahora reeditado. Poniatowska es escritora, activista y periodista, ella se siente más identificada con esto último, ya que es a través de la crónica como ella desarrolla sus historias, bebiendo de lo que sucede a su alrededor. Ha escrito cuentos, novelas, teatro y poesía. En su obra encontramos personajes femeninos y los problemas sociales de México. Entre los premios a su obra el Premio Cervantes 2013. Su obra ha sido traducida al inglés, al francés y al alemán.

Por Vanessa Díez