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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

Cuidado niños que viene Pedro Melenas

Der Struwwelpeter es el título original de uno de los clásicos europeos de la literatura ilustrada. Traducido a múltiples idiomas, en España como Pedro Melenas, la editorial Impedimenta lo recupera en una edición cuidada y muy bien ejecutada por Gustavo Puerta Leisse.

Aquí está, nenes y nenas,
vean bien a Pedro Melenas!
Por no cortarse las uñas
le crecieron diez pezuñas,
y hace más de un año entero
que no ha visto al peluquero.
¡Qué horroroso! -¡Uy, qué miedo!
¡Encontrármelo, no quiero!

Pedro Melenas (con gran parecido en lo físico al personaje de Tim Burton, Eduardo Manostijeras) es una obra que consta de varias historias que están narradas con unas rimas frescas y desenfadas, en las que en cada una de ellas, el protagonista es un niño o niña que contiene algún vicio o mal comportamiento. Este comportamiento conlleva a la desobediencia por parte del niño o niña, quién al final muy a su pesar recibe el merecido castigo.

Escrito por Heinrich Hoffmann, psiquiatra y escritor alemán, nacido en Frankfurt am Main en 1809, se le ocurrió un buen día escribir e ilustrar un libro para regalar a su hijo por Navidad, ya que no encontraba en las librerías el que creía adecuado para su vástago. Lo que no creería Hoffmann, era que casi sin quererlo, se convirtiese en uno de los libros de cuentos alemanes más exitosos de la historia. Está impregnado de historias con un corrosivo sentido del humor, bañadas por unas bellas ilustraciones compuestas con una gama de tonos coloridos y contrastados. Además, ayuda al disfrute de cada ilustración la composición de la página en la que se desarrollan las diversas historias de manera dinámica y atractiva, algo poco habitual hace 170 años en la impresión de libros ilustrados. Dichas ilustraciones forman parte del estilo típico alemán de la época en la que fue publicado. Tras el éxito de su primer libro, Hoffmann escribió otros libros infantiles, como König Nussknacker oder der arme Reinhold (El Rey Cascanueces y el pobre Reynaldo); sin embargo, ninguno de ellos alcanzó la popularidad del Struwwelpeter.

En sus páginas el lector encontrará por un lado, una serie de ejemplos morales que buscan reforzar la obediencia infantil, partiendo de casos concretos, podemos comprobar cómo ciertos comportamientos imprudentes de pequeños personajes abstraídos en si mismos traen consigo consecuencias excesivas e incluso a veces algo exageradas. Ubicado en el espacio de la ambigüedad invita al lector adulto a que cuestione su imagen de la infancia, de su relación con los niños, y de lo que ha de ser un libro para el público infantil, siendo las historias algo crueles para estos. Es una obra que hay que enfocarla desde el prisma del sentido del humor desde la primera ilustración hasta la última y desde la primera palabra hasta la última, pero sin dejar de lado el sentido crítico de que si los niños no obedecen a sus padres las consecuencias que pueden llegar a sufrir serán más que desastrosas, como le pasó a Paulinita:

Los papás de Paulinita
la dejan sola en casita
La niña corre, jugando
con su muñeca y cantando,
hasta que -¡Oh, maravillas!-
ve una caja de cerillas.
«¡Qué juguete! ¡Qué bonita!»,
-dice, al verla, Paulinita:
«Voy a probar a encender,
como mamá suele hacer»

La consecuencia, os la podéis imaginar, o si no, corred a las librerías y adquirir esta belleza de libro único, un clásico entre los clásicos ilustrados, para disfrute adulto y también para disfrutarlo con tus hijos, sobrinos, nietos, etc, eso si, que tampoco sean muy pequeños ya que su imaginación tiene tintes infinitos. Es ideal para niños que estén empezando a desarrollar su sentido crítico de las cosas y puedan así reflexionar que todo acto tiene una consecuencia, sea para bien o en estos casos de Hoffmann para mal.

Además como valor añadido a la edición con motivo del 170 aniversario de su publicación, diez de los mejores ilustradores del panorama actual, entre los que se encuentran Eleonora Arroyo, Emilio Urberuaga, Nicolai Troshinsky, Amaia Arrazola, Marco Chamorro, Fernando Vilela, Ana Belén Franco, la actual Premio Nacional de Ilustración Elena Odriozola (tuve ocasión de entrevistarla), Iban Barrenetxea, Aitana Carrasco, están reunidos con sus dibujos en este volumen en los que interpretan sus propias historias despiadadas protagonizadas por niños no menos crueles que los de Hoffmann además de dar su visión de forma ilustrada de lo que es para ellos y su estilo del aclamado Pedro Melenas.

Por Pablo Delgado.