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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

De perros y hombres

Barbara Baynton fue, sin duda, la autora estrella, junto con Henry Lawson, de la llamada «The Bulletin School» australiana. The Bulletin era una revista de contenido político y económico, fundada en Sydney en 1880, que decidió publicar obras breves de l…

Barbara Baynton fue, sin duda, la autora estrella, junto con Henry Lawson, de la llamada «The Bulletin School» australiana. The Bulletin era una revista de contenido político y económico, fundada en Sydney en 1880, que decidió publicar obras breves de literatura escritas por habitantes de Australia y que trataran temas específicamente australianos centrados en territorio autóctono. Esto estimuló de tal modo la creatividad literaria que pronto hubo una lista de obras lo suficientemente notable para dar lugar al distintivo de «La escuela del Bulletin», e iniciar así lo que un siglo después denominaríamos Literatura Australiana.

Mientras Lawson glorificó el «mateship» (la camaradería entre hombres), necesario para sobrevivir en un entorno inhóspito y deshabitado, e inscribió la épica masculina de la colonización de Australia, Baynton representó en sus historias la difícil vida de las mujeres en ese mismo entorno, a merced, igualmente, de los animales salvajes y de una naturaleza hostil, peligros a los que ellas habían de sumar los hombres agresivos e implacables.

La única persona que recibe el nombre de «mate» en los relatos breves de Baynton es una mujer, fuerte y animosa en medio de la adversidad. Esta «inversión de valores» y la inscripción naturalista de la colonización y sus épicos y poco empáticos varones (vaqueros, pastores, trasquiladores, mineros, etc.) pueden haber sido la causa, según Pilar Adón, traductora y autora del posfacio, de que a Baynton le hubiera resultado tan difícil encontrar una editorial que aceptara publicar su colección de relatos titulado Bush Studies.

«Bush» es una palabra de difícil traducción, pues designa específicamente el paisaje australiano fronterizo entre las zonas pobladas, que bordean las costas del país, y la gran extensión central difícilmente habitable. El Bush es, pues, parcialmente rural y muy inhóspito, pero lugar necesario de paso y colonización en el proceso de «descubrimiento» del territorio en el siglo XIX y principios del XX, y constituye, por lo tanto, un lugar cultural ineludible en la historia australiana.

Las obras de Baynton han recibido, además de elogios unánimes, la calificación de góticas, brutales o salvajes, pero lo cierto es que son relatos descriptivos de lo que suponía vivir en la soledad más absoluta, a menudo con hijos que alimentar, educar y curar y librar de los peligros exteriores.