Lucas, el «todero» de la historia, está presente durante todo el drama que vive Adèle con la lluvia. Sin embargo, gracias a sus ingeniosos regalos, logra que la protagonista ame la lluvia y ¿por qué no? deje la historia abierta para los dos, como un posible romance.
Callot logró relatar una historia sencilla que dan ganas de leer una y otra vez, y lo mejor es que está acompañada de las ilustraciones de Genevviève Godbout, que acompañan, con armonía, la historia de la Rosa a Pintitas.