cabecera 1080x140

Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

«Cuentos inquietantes», de Edith Wharton

Edith Wharton anuda historias en increíbles y perturbadoras atmósferas con personajes que se relacionan de manera simétrica.

Con este título, recoge la editorial Impedimenta diez relatos inéditos hasta ahora en español, publicados por Edith Wharton (1826-1937) entre 1893 y 1926. Los relatos tienen en común cierta dosis de misterio que en ocasiones –como en los dos últimos: «Después» y «La botella de Perrier»– los acerca a las historias de terror. Otras veces, sin embargo, la trama es más inquietante o perturbadora que terrorífica –como sucede en «Los otros dos», en que un esposo de una mujer divorciada se ve forzado a confraternizar con los dos anteriores maridos de su esposa.

Los cuentos están ordenados cronológicamente, por lo que el libro tiene también el atractivo de permitir al lector percibir un poco la evolución de Wharton como escritora, con historias cada vez más elaboradas.

Todos los cuentos muestran a Edith Wharton como una narradora atrevida, que da a entender más de lo que dice y que disfruta imponiéndose retos, empujando a sus personajes y, por efecto, a sus lectores, hacia situaciones incómodas. Si un personaje, por ejemplo, desea abandonar discretamente una sala para evitar ser testigo de una discusión conyugal que se prevé desagradable, no faltará otro que le obligue a permanecer e incluso le fuerce a tomar parte. Wharton no se conforma además con provocar la incomodidad, sino que luego alarga esa situación e incluso la complica, en una gradación creciente. Así, por ejemplo, en el relato titulado «Un viaje», una mujer finge por razones prácticas que su marido sigue vivo, y lo que empieza como un hábil disimulo táctico acaba convertido en una insostenible ficción cada vez más grotesca.

Estos retos de anudar las historias para crear atmósferas perturbadoras (o inquietantes, como dice el título de la colección) provoca algunas veces que los personajes se relacionen de forma demasiado simétrica o que los argumentos se desarrollen de modo un tanto artificioso. Esa impresión se puede percibir en «El hombre perfecto», en «La misión de Jane» o en el ya mencionado «Los otros dos». Pero aun así, todos los relatos que incluye este volumen son de un altísimo nivel y el último («La botella de Perrier») es sencillamente magnífico.

Por Alfonso Álvarez de Mon.