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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

La elegancia del lenguaje de Sōseki

«Kokoro, pieza clave en cualquier biblioteca de literatura japonesa y una de sus obras más conocidas».

Sobran los motivos para acercarse a la lectura de este libro, pero el que resume con mayor rotundidad el porqué merece la pena invertir nuestro tiempo en esta obra se resume en dos palabras: Natsume Sōseki. Su estilo narrativo está dominado por un gran sentido de lo dramático, reflejo de su maestría literaria, mediante el cual logra generar un lenguaje propio lleno de lirismo, de enorme vigor descriptivo, capacidad analítica y elaborada descripción psicológica de sus personajes. Sōseki (cuyo verdadero nombre era Natsume Kinnosuke) es un icono de la literatura japonesa que trató diversos temas en su extensa obra con tonos que oscilan desde la elegancia hasta el lenguaje coloquial, sin abandonar su personal impronta narrativa. Hoy en día constituye un referente literario para cualquier escritor japonés o amantes de la literatura japonesa y un acierto si estás pensando recomendar un libro, pues cualquier aficionado a la literatura disfrutará con la obra de Soseki.

Hace algún tiempo reseñé otra de las grandes novelas de Sōseki, Daisuke, escrita con un ritmo pausado, lleno de un hondo humanismo y con una intensa lírica que profundiza en el carácter psicológico de los personajes, especialmente en el protagonista, y en esta ocasión he tenido el placer de hacerlo con una de sus obras cumbres, Kokoro, pieza clave en cualquier biblioteca de literatura japonesa y una de sus obras más conocidas.

Kokoro (palabra que suele traducirse al castellano como “corazón”), es la historia de una grácil amistad entre un joven estudiante y un enigmático anciano del cual el primero queda irremediablemente embelesado, atraído por el aire misterioso y sabio que presenta el mismo, y al que a lo largo de la novela se referirá como “Sensei”, preservados ambos por el anonimato. Atormentando por un oscuro secreto que domina su vida desde su juventud, “Sensei” irá abriéndose poco a poco ante el joven discípulo que se acerca a él en busca de sabiduría y consejos, para ir desvelando poco a poco la trágica historia desde sus días de estudiante, momento en el cual abandonó toda fe en la humanidad y en la confianza hacia los otros, para verse irremediablemente atormentado por la culpa que arrastra al sentirse el desencadenante del suicidio de su mejor amigo, acaecido por la competencia que ambos mantuvieron por obtener el amor de la misma mujer y la incapacidad de éste de vivir bajo su angustiosa soledad. Una trágica historia que ilustra el cambio cultural de una generación de entre épocas caracterizada por la apertura y modernización de Japón a principios del s. XX y que en la novela vemos reflejado a través de la angustia moral y la lucha personal de “Sensei” por tratar de entender los misterios del amor y el destino.

Kokoro es, por la sencillez del lenguaje con el que está escrito, la capacidad descriptiva de las emociones de los personajes y la atmósfera de melancolía y culpabilidad que trazan toda la novela, uno de los mejores ejemplos de la técnica de la confesión ficticia de Soseki y, quizás, la mejor novela psicológica japonesa escrita hasta la fecha. La excelente traducción al castellano de esta obra es una oportunidad que los lectores no deberían dejar pasar, un motivo más para dejarse atrapar -confieso que yo ya lo he hecho encantado- por la obra de uno de los mejores escritores japoneses del s. XX.

Rubén J. Olivares