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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

La vida de Boris Vian contada en un cómic

Piscina Molitor, elaborada por Christian Cailleaux y Hervé Bourhis, es una estupenda novela gráfica que capta los temores e inquietudes del polifacético escritor francés.

La figura de Boris Vian (Ville-d’Avray, 1920-1959) es, pese a la brevedad de su vida y a que ésta siempre estuvo condicionada por la enfermedad, una de las más interesantes del panorama artístico francés del siglo XX. Apasionado por el jazz, él mismo fue trompetista y llegó a grabar un disco que promocionó durante una gira, también actuó en varias películas y llevó una existencia marcada por la rebeldía y la polémica. Pero, sobre todo, fue un excelente escritor.

Ahora, la editorial Impedimenta publica una novela gráfica sobre su vida elaborada por Christian Cailleaux y Hervé Bourhis que se centra, principalmente, en la última época de ésta, aunque también reflexiona acerca de su carácter e ideas. Se titula ‘Piscina Molitor’, en referencia a las instalaciones deportivas parisinas donde el polifacético personaje nadaba todos los días para fortalecer su corazón.

Nacido en el seno de una familia con inquietudes artísticas, Boris Vian, en efecto, padeció desde niño una dolencia cardíaca que terminaría por matarlo. Sin embargo, ello no le impidió participar en suntuosas fiestas con las que la intelectualidad parisina trataba de olvidar la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial ni frecuentar la bohemia de entonces, en la que figuraban personajes como Jean Paul Sartre, Simone de Beauvoir, Raymond Queneau o Jacques Prevert. En las letras, se inició con una novela titulada ‘Escupiré sobre vuestra tumba’, firmada por un supuesto escritor norteamericano de raza negra llamado “Vernon Sullivan” y en la que Vian figuraba como traductor. Era un simple ardid para no poner su verdadero nombre. Y es que la obra, un duro alegato contra el racismo en Estados Unidos, destila violencia y sexo y, pese a su ocultación, le supuso un proceso judicial por “ultraje a las buenas costumbres”.

Luís Martínez González

En cualquier caso, Vian tomó gusto por utilizar pseudónimos y heterónimos. Fueron tantos que algunos ni siquiera están confirmados pero Marc Lapprand, estudioso de su obra, ha catalogado veintisiete: Barón Visi, Grand Capitaine, Brisavión o Xavier Clarke son buenas muestras de ellos.

Poco después de ‘Escupiré sobre vuestra tumba’, el novelista galo publicó ‘A tiro limpio’ y ‘Vercoquin y el plancton’, ambas escritas anteriormente, e incidió en el tema del racismo con ‘Todos los muertos tienen la misma piel’, cuyo protagonista es un mestizo que se hace pasar por blanco para labrarse una posición social. Cuando lo amenazan con revelar sus verdaderos orígenes, tendrá que adoptar una drástica decisión de brutales consecuencias. Tras ella, aparecerían ‘El otoño en Pekín’, ‘La hierba roja’ o ‘El arrancacorazones’, que le supuso un fracaso. Y también algunas obras dramáticas como ‘La merienda de los generales’ o ‘Los forjadores de imperios’, muy próximas al teatro del absurdo.

Boris Vian murió repentinamente mientras asistía de incógnito al estreno de la versión cinematográfica de ‘Escupiré sobre vuestra tumba’. En principio, iba a preparar el guión pero, tras pelearse con el director y la productora, quedó fuera del proyecto. ‘Piscina Molitor’ recoge certeramente los temores e inquietudes de este hombre polifacético que vivió al límite sin deber hacerlo por motivos de salud. Cailleaux y Bourhis realizan un excelente trabajo de adaptación e ilustración y consiguen una excelente novela gráfica. Su publicación coincide, además, con el estreno de la película ‘La espuma de los días’, basada en la novela homónima de Vian y dirigida por Michel Gondry.