Los lectores que se acerquen a las páginas de Un país extraño comprobarán ya en las primeras páginas que la última novela de Muriel Barbery proporciona una particular atmósfera en la que la historia y la fantasía crean nuevos universos. Una gran guerra que recuerda demasiado a la que provocó el auge del nazismo es el telón de fondo sobre el que asistimos a las vivencias de unos personajes que trazan un recorrido entre lo fantástico y lo real.
“No quería para nada escribir una novela histórica”, explica por vía telefónica la autora que consiguió con La elegancia del erizo un éxito de ventas internacional. “Pero sí que quería que la atmósfera estuviese impregnada del nazismo, de ese terror propio de los años 30. Hay fechas simbólicas que pueden ser interpretadas por los españoles, y otros europeos, pero los acontecimientos y fechas no tienen nada que ver con los hechos históricos reales”.
ESTANTERÍA
Un rey sin diversión
«Maneja la poesía y el realismo duro, pero lo une a lo fantástico.»