En su Escuela de fantasía, el escritor, pedagogo y periodista Gianni Rodari expone nueve formas de enseñar a un niño a odiar la lectura. Son todas interesantes y están cargadas de sentido común, pero aquí queremos subrayar dos: la quinta, que es culparle de que no les guste leer, y la octava, no ofrecerle variedad suficiente. Una va de la mano de la otra: quizás no se enganche a la lectura porque no ha caído en sus manos esa historia que le ha hecho soñar, reír, emocionarse… Ojalá alguna de las que aquí hemos escogido lo logre. Con nosotros, aunque hace tiempo que dejamos de ser niños, lo han hecho las diez, porque entre sus páginas seguimos encontrando la magia de los buenos libros.
Alfabeto sobre la literatura infantil, de Bernardo Atxaga y Alejandra Hidalgo
Cómo meter una ballena en una maleta, de Guridi
¿Cuál es tu historia?, de Rose Giannone y Bern Emmercichs
El hilo invisible de la naturaleza, de Gianumberto Accinelli y Serena Viola
En el bosque, de Ana María Matute y Elena Odriozola
El bestiario de los números, de David Blanco Laserna y María Espejo
Mary, que escribió Frankestein, de Linda Bailey y Júlia Sardà
La escritora canadiense Linda Bailey cuenta la historia de una niña soñadora, que crea castillos en el aire, que disfruta leyendo y escribiendo y lo hace en un sitio curioso: junto a la tumba de su madre, la filósofa Mary Wollstonecraft. Esa niña es Mary Shelley, quien pasado el tiempo convertiría, a través de la escritura, sus sueños en una historia de fantasmas y en un monstruo que cobra vida: Frankenstein. Las palabras de Bailey y las bellas e impactantes ilustraciones que Júlia Sardà ha creado para la edición de Impedimenta –densas y narrativas– cuentan cómo fue y cómo se gestó la escritora a la que ese personaje, que surgió tras una noche de tormenta compartiendo relatos de miedo entre amigos cuando solo tenía dieciocho años, ha ensombrecido durante años. Impedimenta, 21,95 €
París Roma Berlín Londres. Mi libro-viaje, de Carole Boréal
La ola, de Suzy Lee
ABCdario, de Antonio Ventura y Noemí Villamuza
Revista Estandarte