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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

«Damas en bicicleta», de la Señorita F. J. Erskine

F. J. Erskine escribe todo un decálogo de normas y usos para la nueva amazona del pedal. Por ejemplo, qué comer y qué beber en un viaje en bici. O cómo pedalear por la ciudad y cómo por el campo. O qué biciclo era el más propio para la dama respetable. No se olvide que el ejercicio del pedaleo escandalizó a los moralistas de antaño.

SI algún santo varón va a regalar ahora por Reyes una bicicleta a su fémina particular (sea esposa, compañera o cuñada del amigo invisible), pues nada mejor que acompañar la inversión con este librito delicioso. Se titula Damas en bicicleta y fue escrito por la señorita F. J. Erskine en 1897. A fines del XIX, las mujeres en la Inglaterra victoriana respondían al rol de dama florero. La pleitesía al marido era tarea obligada. Pero la aparición de la bicicleta trajo aires nuevos, como cierto sentido del paseo y del ocio. Hay quien afirma que la bicicleta fue más importante para la mujer que el sufragismo.

F. J. Erskine escribe todo un decálogo de normas y usos para la nueva amazona del pedal. Por ejemplo, qué comer y qué beber en un viaje en bici. O cómo pedalear por la ciudad y cómo por el campo. O qué biciclo era el más propio para la dama respetable. No se olvide que el ejercicio del pedaleo escandalizó a los moralistas de antaño. Montar en bici llevaba a relajar el atuendo de la fémina, que se hacía así más liviano. Especialmente delicado era el asunto del sillín. Se presumía que su roce con los genitales propiciaba estimulaciones erógenas. De ahí la aparición del llamado ‘sillín higiénico’, rígido y sin relleno. Aún así, se llegó a decir que el sillín volvía infértil, histérica y licenciosa a la usuaria. No se olvide tampoco que en 1900, el criminólogo Cesare Lombroso (autor de la teoría del cráneo y del criminal en potencia) avisaba que la bici era «el camino más rápido a la delincuencia, porque la pasión por el pedal arrastraba al robo, la estafa y el atraco». Impagable todo, ¿no?

Hoy por hoy la bicicleta es un gran medio de desplazamiento urbano en Sevilla. La CNN ya dijo que Sevilla era la segunda mejor ciudad del mundo, tras Utrecht, para usar la bici. La bendiga la CNN o la denueste Antonio Burgos, la bici ha sido un logro de entre los hábitos urbanos. Si la bici va a ser el regalo navideño del marido a su dilecta, no olvide echar este librito a la cestilla.

JAVIER GONZÁLEZ-COTTA