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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

«El ojo castaño de nuestro amor», de Mircea Cărtărescu

«Aparecen aquí recuerdos de infancia y juventud, a veces con un aliento muy felliniano, con estampas en las que mezcla la melancolía existencial y el humor».

El rumano Mircea Cărtărescu, el autor más reputado de su país de los últimos lustros, regresa con este estupendo libro de memorias en forma de relatos (tal y como ya hizo en el también muy recomendable «Las bellas extranjeras», por ejemplo) y ensayos. Aparecen aquí recuerdos de infancia y juventud, a veces con un aliento muy felliniano, con estampas en las que mezcla la melancolía existencial y el humor. Por ejemplo, la honda impresión que le produjo ver por primera vez el mar con doce años, su obsesión durante los tiempos del servicio militar por hacerse con unos pantalones tejanos (un episodio hilarante) o un momento en el que pasó penurias económicas y fue varias ocasiones a un mercadillo a vender su preciada raqueta de ping pong; cuando por fin lo consiguió (el dinero en teoría era para poder comer), vio a la salida unos discos que reclamaron su atención, así que… ¡al diablo con la comida!, ¡que tres LP’s de Lennon, Dylan y Pink Floyd bien merecen la inversión! Curiosamente, en uno de los ensayos comenta cómo la figura del poeta hace tiempo que no posee esa aureola mítica de antaño, pasando ésta a gente como los letristas de rock. Habla también de lo que significa para él ser europeo (“Europa no es una y no lo va a ser en mucho tiempo”), del vacío que se le ha hecho a la fructífera literatura rumana o su alucinante/alucinógena relación con el café (el cual le producía explosiones creativas). Destaca especialmente el relato que da título al libro, donde narra sus primeros años junto a su hermano gemelo y su madre, con un final que hace que se te haga un nudo en la garganta y que denota el gran talento de Cărtărescu a la hora de poner vivencias, pensamientos y sentimientos por escrito.

Jordi Planas