“El pequeño jardinero” es una auténtica delicia. Sus dibujos nos introducen entre las hojas de un frondoso y mágico jardín y nos enseñan, a pequeños y mayores, valores como el cuidado de las cosas y la necesidad de pedir y recibir ayuda de los demás para poder crecer.
No siempre podemos hacer las cosas solos, formamos parte del mundo. Y con esta preciosa fábula nos damos cuenta de que muchas veces es bueno salir de nosotros mismos y dejar que otros hagan su parte del trabajo. Si no acabaríamos agotados, como el pequeño jardinero del cuento.