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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

«El viaje», de Francesca Sanna

Francesca adereza unas imágenes simples y expresivas, con frases breves que hacen accesibles para los niños conceptos como guerra, refugiado, inmigrante o frontera.

La ciudad en la que mi familia y yo vivíamos no estaba muy lejos del mar. Así que muchos fines de semana de verano nos escapábamos a la playa. Sin embargo, el año pasado nuestra vida cambió de repente.

Con estas palabras y una hermosa ilustración a doble página de una familia que se divierte a orillas del mar, entre castillos de arena y conchas marinas, comienza El viaje (Impedimenta, 2016), el relato para niños sobre los avatares de una familia de refugiados que huye de la guerra.

Un mar obscuro, casi negro, asoma por una esquina de la ilustración. Intimida por su contraste con los tonos cálidos del paisaje de playa y las sonrisas confiadas de los personajes. Al girar la página el mar ha crecido y se ha vuelto de un negro profundo, le han salido garras y un ojo malévolo. A su lado, los castillos de arena saltan por los aires y las sonrisas han desaparecido. La familia corre, sorprendida por lo inesperado y el miedo. La guerra ha comenzado.

Más tarde, la partida. El viaje.

—¿A dónde vamos? —le preguntamos a nuestra madre.
—A un lugar seguro —nos respondió.
—¿Y dónde está? —volvimos a preguntar.

La familia que huye no tiene nombre. No lo tiene la madre, ni los niños. Tampoco tienen nombre los personajes que se van encontrando por el camino. O más bien cada uno de ellos tiene muchos nombres. De la misma manera, este no es el relato de un viaje sino de muchos viajes.

Francesca Sanna, la joven ilustradora y diseñadora gráfica sarda autora de El viaje, entrevistó a un sinfín de refugiados de distintos países y entrelazó sus narraciones hasta extraer la esencia más primordial de las dificultades que afronta un inmigrante que busca una vida mejor lejos de la guerra y de su tierra. Francesca adereza unas imágenes simples y expresivas, con frases breves que hacen accesibles para los niños conceptos como guerra, refugiado, inmigrante o frontera.

¡Oh, NO!

«¡Está prohibido cruzar la frontera!

¡Volved por donde habéis venido!»,

nos gritó un enfurecido guardia.

Estábamos agotados y no teníamos dónde ir.

La travesía de los protagonistas de El viaje es larga. Se suceden los paisajes y las fronteras, estas últimas siempre cerradas a cal y canto para «intrusos» como ellos. Pero no hay nada que los detenga. Duermen en los bosques, saltan muros ayudados por desconocidos, se suben a barcas a rebosar de fugitivos como ellos.

Los niños son valientes y tratan de distraerse. Cantan, se inventan historias sobre monstruos terribles que quieren comérselos e imaginan un nuevo hogar de bosques verdes habitados por hadas. La madre los abraza mientras duermen a la intemperie y les sonríe cuando preguntan «¿cuánto falta para llegar?», la sonrisa cada vez más cansada.

A veces, desde el cielo, les acompañan bandadas de pájaros.

Ellos emigran, como nosotros. Su viaje, como el nuestro, es muy largo, pero no tienen que cruzar ninguna frontera.

El viaje es el debut de Francesca Sanna en el mundo de la ilustración. Fue publicado por primera vez por la editorial inglesa Nobrow y recibió la medalla de oro de la Sociedad de Ilustradores de Nueva York 2015. Francesca vive actualmente en Suiza donde sigue desarrollando su carrera como ilustradora. Echa de menos su isla, a su familia y a su gata Berta.

Ana Belén Herrera