Se trata de una obra en la que todavía no están presentes los temas habituales de su literatura (es – pecialmente el contraste entre la vida en el Viejo Mundo, Europa, y el Nuevo Mundo, Estados Unidos, que explotó de maneras literarias muy diversas). Pero sí aparece ya su estilo elegante y culto y el sutil análisis psicológico de los personajes. La novela está ambientada en Francia, lugar en el que James vivió antes de su traslado definitivo a Inglaterra, donde residió hasta su muerte. La acción transcurre pocos años antes de la Revolución Francesa. La novela tiene un componente romántico poco habitual en la literatura de James, muy comedido a la hora de mostrar los sentimientos íntimos y amorosos de sus personajes. La trama se centra en la vida de Gabrielle de Bergerac, una joven de veintidós años que comparte con su hermano, el barón de Bergerac, la herencia de una ilustre familia nobiliaria, pero que, por su condición de mujer y por no tener ac ce so directo a la herencia, debe someterse a la autoridad de su hermano o ingresar en un convento. El hermano ya le ha di señado el futuro pues planifica que contraiga matrimonio con uno de sus mejores amigos, un vizconde arruinado que de posita todas sus esperanzas en la herencia de un rico tío ya anciano. Pero de pronto las cosas cambian. Aparece en la finca Pierre Coquelin, que ejercerá de maestro y preceptor del que es ahora narrador de la obra. Este será el testigo del progresivo enamoramiento entre Gabrielle y Coquelin, que cuestiona las convenciones y las marcadas diferencias sociales y provocará un terremoto familiar. Resulta muy original el punto de vista adoptado, técnica que utiliza James también en otra de sus novelas más celebradas,
Lo que Maisie sabía. La mirada inocente, ingenua y perspicaz del niño sirve a James para contar de manera distinta una historia amorosa un tanto previsible. James, un escritor prolífico muy bien editado en España, vuelve a sobresalir en el uso de un estilo personal, culto, repleto de matices con los que se adentra en la psicología de unos persona jes que se rebelan contra el destino.

Por Ángel Amador.