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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

«La Buena Novela», de L. Cossé

"La buena novela" es, en la novela, una librería abierta por un librero perfecto (ese librero que deseamos encontrar en cada librería, que recomienda, que busca, que nos abre puertas que jamás volvemos a cerrar) y una perfecta mecenas. Una librería, eso sí, que tiene la peculiaridad de vender solo buenas novelas.

¿Y cuáles son las buenas novelas? Para ello eligen un comité absolutamente secreto: siete autores entre sus más admirados que elabora, cada uno, un listado de seiscientas novelas. Esos listados se completarán con los olvidos imposibles, y con las pocas novedades que merecen la pena, los dos o tres libros que se pueden rescatar cada año.

En principio no parece nada malo: «Invertimos dinero para respaldar y enriquecer el patrimonio literario, que está amenazado por el olvido y la indiferencia, por no hablar de la confusión del buen gusto. Es una causa incontestable.» Y sin embargo el sistema se lanza sobre ellos como un lobo: críticos, sociólogos, periodistas, lectores que les acusan de sectarios y de elitistas, hasta el punto de que los secretos componentes del comité empiezan a sentirse amenazados, seriamente amenazados.

Como metáfora de nuestra sociedad, de la vacuidad de nuestra cultura actual, donde el marketing establece el verdadero canon, donde el mercado marca las normas y donde, las mayorías de las veces, los lectores acuden como ovejas a la llamada, no tiene precio.

Está llena de referencias a la cultura actual, líquida, vacía, de consumo, de asterisco, horizontal. En las páginas 277 y 278 de la novela (magníficamente traducida por Isabel González-Gallarza) hay un canto a la literatura, una declaración de principios que habría que enmarcar, que suscribiríamos todos y cada uno de los que amamos la literatura y los libros, esos objetos mágicos. Está llena, además de personajes inolvidables, desde la misteriosa Francesca y el delicioso Iván Georg, Van, fundadores de «La buena novela», la extraña Anis, el amor de Van, cada uno de los autores que componen el comité secreto, hasta Heffner, el investigador de la policía, lector apasionado también. Laurence Cossé trenza la historia de cada uno para escribir una historia apasionante, con una estructura sencilla pero que te va envolviendo sin decaer jamás. Es emocionante, brillante, deliciosa, culta, divertida.

Tiene un final asombroso, porque es verdad, tristemente verdad, que en este mundo «lo esencial está amenazado sin cesar por lo insignificante» como decía René Char, y la mediocridad, y el sistema está tan establecido que es muy difícil romperlo, descoserlo tal vez, y los grandes proyectos, las grandes ideas, están condenados al olvido.

Si no sabéis que leer salid corriendo a buscarla. Si tenéis un regalo que hacer no temáis equivocaros. Magnífica edición. Magnífica traducción. Realmente una buena novela.

Por Antonio Martínez Asensio