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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

«Zorro» de Dubravka Ugrešić: reivindicación del escritor de clase económica.

«Zorro», de la croata Dubravka Ugrešić y publicado por Impedimenta, es un artilugio literario seductor. Atiende a multitud de facetas relacionadas con los libros y la literatura, incluso analiza el mercado editorial y la función de los escritores, de antes y de ahora, pero, sobre todo, entre autoficción, biografía e investigación filológica, nos impone el irrefrenable deseo de la autora por mostrarnos como se crean los cuentos. Para ello, Ugrešić escribe un trampantojo por donde desfilan pedazos de libros y retazos de las vidas de Boris Pilniak o Vladimir Nabokov, junto a biografías de autores casi desconocidos y perdidos y personajes que lograron ser una nota a pie de página en la historia de la literatura. En el trasfondo, el terrible conflicto de la antigua Yugoslavia, los croatas, los serbios… y una visión narrativa del mundo en el que vivimos en donde el misterio de la creación de relatos, ese cómo se crean los cuentos, puede ayudarnos: veamos el horror de nuestro mundo con los ojos de un niño. Creemos cuentos y, tal vez así, nuestra vida sea mejor.

Por ello, una escritora de este nivel puede plantearse un libro partiendo de una única y absorbente premisa: ¿cómo se crean los cuentos?, que es lo mismo que tratar de analizar los mecanismos de la ficción. Desde aquí, Dubravka Ugrešić pone en marcha una narrativa autoficcional que tiene mucho de tratado de literatura comparada. El resultado es un libro inclasificable y, por eso, fascinante.

La idea de buscar las fuentes originales, aquellas de las que se alimenta la ficción, de entrada, ya nos anuncia una lectura exigente en algo que no puede entenderse como una novela al uso. Pero ¿quién desea a estas alturas otra novela al uso? Zorro destila un gota a gota emanado de las notas a pie, es decir, de aquello que sucede en la literatura con letra pequeña, pero que atañe directamente a la letra mayúscula, es decir, a la obra maestra.

El empeño de la autora en fijar una lente de aumento sobre los instantes en los que se generaba literatura mientras todos miraban hacia otro lado, permite que desgarre el papel de la ficción para alcanzar más allá de la mirada convencional de los lectores de libros.

Cuando todos, lectores y crítica, observaban fijamente a Nabokov, a su lado se estaba desarrollando una historia de esas de letra diminuta, que se agiganta con el análisis de Dubravka Ugrešić. Porque la historia que nos muestra acerca de Nabokov es la historia de Dorothy Leuthold, una especie de chofer y secretaria accidental del escritor, bautizada por la autora como Little Miss Footnote (Pequeña señorita Nota al pie de Página).

A pesar de ser solo eso en la historia literaria de Nabokov, una nota a pie de página, esa mujer quizás haya resultado mucho más importante para su literatura. En efecto, Ugrešić nos cuenta la historia de Nabokov y esta mujer, pero además añade la de Nabokov y su pasión por las mariposas, relatando un suceso cargado de alto voltaje sexual, justo cuando una mariposa se detiene sobre el pubis de Dorothy Leuthold. ¿Qué hacía la mujer con la falda levantada mientras buscaban mariposas en el fondo de un cañón rocoso?