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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

«Lo que dijo Harriet»

En Lo que dijo Harriet hay factores biográficos que vienen sobre todo, de dos fuentes. Por un lado, la infancia de la propia autora, expulsada del colegio por encontrarla en posesión de “unos poemas sucios”; por otro, la novela se hace eco de un terrible asesinato, conocido como el caso Parker-Hulme, que, en la década de los 50, conmocionó a la sociedad de Nueva Zelanda, y del cual fue una de las asesinas la conocida escritora de novela negra Ann Perry (en realidad Juliet Hulme).

“Repulsiva más allá de lo imaginable”. Con este juicio fue rechazada la primera novela de la reconocida escritora de Liverpool, Beryl Bainbridge cuando presentó Lo que dijo Harriet al editor. Tuvo que esperar a tener otras dos novelas publicadas para encontrar una editorial con suficiente valor para asumir la empresa.

¿Qué tiene esta obra de tan repulsivo? Lo que dijo Harriet se inscribe en la novela psicológica inglesa con protagonistas juveniles que se enfrentan al acceso al incomprensible y vetado mundo adulto. Recuerda otra escritora clásica, también traducida por Impedimenta, Muriel Spark. Se trata, pues, de una novela de iniciación, de crecimiento.

La amistad -y la dependencia- de la narradora con Harriet, las conducirán a experimentar las emociones y los sentimientos de los mayores, pero sin ser conscientes de las consecuencias de sus actos, en lo que ellas entienden que es una ampliación del juego infantil, que “ya no las complace. “ En este caminar por la frontera, utilizan a los adultos como títeres: ”cuando interrogábamos a los adultos y sondeaba sus vidas, yo me contentaba con escuchar. Ella decía que no debíamos involucrarnos, que éramos demasiado jóvenes, que era solo para aprender. Decía que nuestra información era una suerte de curso de prácticas para la vida futura. Nuestro objetivo era vivir de prestado hasta que fuésemos lo bastante mayores.”

Sin embargo, a diferencia de la novela de aprendizaje, aquí son las adolescentes quienes dirigen la situación, con una mezcla letal de inteligencia extremadamente estimulada, la ingenuidad con que se enfrentan a unos sentimientos que les vienen grandes y, a la vez, con total ausencia de correctores morales que evalúen las consecuencias.

En Lo que dijo Harriet hay factores biográficos que vienen sobre todo, de dos fuentes. Por un lado, la infancia de la propia autora, expulsada del colegio por encontrarla en posesión de “unos poemas sucios”; por otro, la novela se hace eco de un terrible asesinato, conocido como el caso Parker-Hulme, que, en la década de los 50, conmocionó a la sociedad de Nueva Zelanda, y del cual fue una de las asesinas la conocida escritora de novela negra Ann Perry (en realidad Juliet Hulme).

La repulsión que puede suscitar esta novela no reside sólo en la descripción estremecedora con que el candor se abre paso hacia la perversión, sino que ésta opera como un reflejo exacto de la hipocresía de los adultos.

Por Maite Martí