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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

Los abismos del paisaje («Un rey sin diversión»)

«La sensación, al final es la de una obra oscura y atrayente, en la que pocas veces se ha descrito con tanta maestría la Naturaleza, sin dejar de lado un paseo sin red por los abismos del alma humana.»

La editorial Impedimenta acaba de editar una hipnótica novela del escritor francés Jean Giono (Manosque, 1895-1970). Se trata de Un rey sin diversión, la primera de un ciclo de cinco novelas, bautizadas por el autor como Crónicas, en las que
despliega el lado mas oscuro del mundo. Giono escribió esta primera obra en mitad de la redacción de su novela más conocida,
El húsar en el tejado, y en un tremendo contexto personal: después de haber sido arrestado a comienzos de la II Guerra Mundial por su pacifismo, en 1946 fue arrestado de nuevo, esta vez por colaborar con los alemanes, acusación de la que no se pudo librar hasta un año después, aunque su verdadera rehabilitación profesional no llegaría hasta la publicación en 1951 de la novela del húsar. Las obras del escritor francés, hijo de un anarquista italiano, suelen tener un marco muy concreto que él conocía bien, la Provenza francesa y sus inmediaciones montañosas, así ocurre con Un rey sin diversión, centrada en la región vecina de Trieves,pero este marco referencial no le impide abordar cuestiones existenciales que no tienen fronteras. Si esta novela de Giono es hipnótica se debe al atractivo maridaje entre una naturaleza impenetrable y al mismo tiempo hermosa, con las desventuras de sus perdidos personajes, los habitantes de una aldea montañosa que están siendo atacados, en pleno invierno, por un misterioso asesino. El inspector Langlois acudirá al pueblo para tratar de localizarlo.
La acción,ambientada inicialmente en la década de 1840, está contada por un narrador un siglo después, aunque también tiene lugar a los años de estas muertes. Gracias a una prosa precisa, en la que se dan la mano la poesía, la épica y a ratos el humor, Giono mete de cabeza al lector en este pueblo arropado por una naturaleza que puede llegar a ser implacable. Sin duda lo mejor del libro es la capacidad para transmitir la inquieta hermosura de un paisaje invadido por la nieve, en el que se vislumbrana lo lejos las negruras del bosque. La Naturaleza de Giono es digna de una tragedia griega:

«Fuera, ya no hay tierra ni cielo, ni pueblo, ni montaña; no hay más que los montones hundidos de esa densapolvareda helada de un mundo que ha debido de estallar».

Otra de las virtudes de la obra (otros quizás lo vean como un viraje demasiado arriesgado) es su inesperado cambio de rumbo. El misterio que envuelve la novela desde su arranque llega a su fin poco antes de la mitad y Langlois, el certero y amable comisario, decide quedarse a vivir en la aldea. A partir de ese momento el misterio se traslada al propio comisario, que se transforma en un personaje bien distinto, del que sólo conocemos retazos que tratan de unir sus más allegados para ofrecernos una visión, finalmentenalmente incompleta .
Lo que parecía un absorbente drama rural se transforma en una novela abierta, existencialista,que deja muchas preguntas sin contestar y que termina de una manera asombrosa y desconcertante. En el difícil empeño de unir tantos meandros estilísticos y argumentales, Giono consigue que pasemos por esta novela sin sentir apenas estas vueltas y revueltas. La sensación final es la de una obra oscura y atrayente, en la que pocas veces se ha descrito con tanta maestría la Naturaleza, sin dejar de lado un paseo sin red por los abismos del alma humana.

Por Alfonso Vázquez