cabecera 1080x140

Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

«Los Liszt» de Kyo Maclear y Júlia Sardà

Puede que hablando del grado de madurez que tiene hoy en día el cómic, en cuanto a técnica y temática, nos hayamos olvidado un poco de los muchos logros que está cosechando también el libro ilustrado. No manejan lenguajes idénticos, pero sí comparten muchos rasgos, los suficientes como para que desde aquí rompamos también una lanza en favor de un rincón editorial que nos deja con frecuencia pequeñas joyas como «Los Liszt».

Con la sencillez que requiere el género, Kyo Maclear bucea en los rincones de la fábula para encontrar algo que no se haya contado, y nos muestra a una peculiar familia cuyos miembros tienen la vistosa costumbre de hacer listas. Es su manía, su obsesión, se diría que casi su trabajo diario. Por medio de esa tarea y de la visita de un misterioso y simbólico personaje, Maclear nos deja un pequeño canto a la improvisación, a las sorpresas del día a día y a la necesidad de romper la rutina para que lo cotidiano no se convierta en algo anodino, mecánico e incluso dañino. Y lo hace, además, haciendo que su libro, como tiene que ser, apele a personas de distintas edades, incluso a niños, que sacarán sus propias conclusiones de un relato breve, imaginativo y bien construido, con personajes a los que consigue dar mucho carisma apenas, con una breve pincelada, que es lo que les puede dedicar.

El dibujo con el que Júlia Sardà da vida a este relato es también notable. Si difícil es crear personalidades desde unas pocas líneas o, en este caso, desde la confección de una lista, no lo es menos dejar establecido quién y cómo es un personaje con una sola ilustración. El estilo de Sardà se ajusta perfectamente a ese objetivo, sobre todo porque el carisma no surge sólo del diseño de cada personaje, sino también del entorno en el que nacen sus listas y de las propias elecciones que la ilustradora hace para rellenar visualmente esos ránkings. Caos y orden, disfrute y penitencia, contrarios que se cohesionan para dar forma, no lo olvidemos, a una familia. Y, sobre todo, la presencia de ese invitado inesperado, que es quien aporta variedad, dinamismo y sorpresa que necesita el libro. La manera en la que la ilustradora construye las páginas es también muy interesante, dirigiendo la mirada del lector de una manera firme y que potencia la originalidad y el mensaje del libro. No es menos notable el uso que Sardà hace de las palabras para componer páginas enteras, una sorpresa más de esta pequeña y agradable obra. Los Liszt es un libro ilustrado francamente bello en su contemplación, pero también simpático de leer. Y de releer, porque es una obra breve de esas que de vez en cuando se disfruta cogiendo de la estantería para repasarla.

Tundra Books publicó originalmente The Liszt en octubre de 2016. El volumen no tiene contenido extra.

JUAN RODRÍGUEZ MILLÁN