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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

Los mejores libros del año 2015

«¿Crees en Henry David Thoreau sobre todas las cosas? En ese caso, no te pierdas El árbol, de John Fowles: la última joya rescatada por Impedimenta, que en esta ocasión nos llega gracias a la traducción de Pilar Adón.»

Desde Estandarte queremos compartir contigo nuestra selección con los mejores libros del años 2015. Una lista subjetiva e injusta, desde luego, porque no lo hemos leído todo, ¡y porque tampoco nos gusta todo!

Pero nos apetecía resumir doce meses de lecturas en los que hay sitio para la novela y el relato, el ensayo y la poesía, los ilustrados y el teatro, las memorias… Los mejores libros de 2015 según Estandarte. ¿Cuáles son los tuyos?

Las efímeras, Pilar Adón. Galaxia Gutenberg

Las dos protagonistas de Las efímeras, Dora y Violeta Oliver, son dos hermanas que mantienen una ambigua relación. Ambas viven aisladas en una casa situada a las afueras de una comunidad. Sus miembros se han ido reuniendo en el lugar en torno a una gran casa que semeja la forma de una colmena, en busca de un estilo de vida marcado por el retiro y la autosuficiencia, por la coherencia y la introspección. Hasta que un día, una de las hermanas de la novela de Pilar Adón comienza un acercamiento hacia el tímido Denis, un muchacho perseguido por un turbio pasado que se remonta varias generaciones atrás, y desaparece.

Elogio del papel. Contra el colonialismo digital, Roberto Casati. Ariel

¿Una web sobre literatura que te recomienda un libro contra el mundo digital? Por supuesto. No nos queda muy claro si Roberto Casati ha escrito una defensa del papel o, como nos indican desde la editorial, un «manifiesto contra la tiranía digital, sus funestas consecuencias en nuestras mentes y sus intereses espurios», que ahí es nada. ¿De dónde sale el autor de Elogio del papel? ¿Utiliza palomas mensajeras para comunicarse? ¿Identifica el logotipo de Apple con el pecado original? No se trata de un tecnófobo, sino de todo lo contrario: Roberto Casati trabaja como investigador en el CNRS de París, el centro líder a nivel europeo en su disciplina.

La niña perdida, Elena Ferrante. Lumen

La niña perdida pone cierre a cuatro novelas sobre la vida de Lila y Lenù, dos amigas a las que acompañamos desde sus primeros años en un barrio pobre de Nápoles, y a las que ahora encontramos décadas más tarde, ya siendo madres, cada una con una vida muy distinta. En esa diferencia caben la amistad, claro, pero también el amor y el desamor, la reflexión sobre la maternidad, la literatura —y la escritura—, las clases sociales, la política. Ferrante tiene una prosa potentísima, llena de sugerencias, que acompaña al lector, que nos envuelve y nos atrapa. La saga de Elena Ferrante es ya una de las grandes novelas del siglo XXI. «Quería contar solo la vida de dos mujeres», reconoce la autora, quizá sin saber que su novela cuenta la vida de unas y de otros. Ni más ni menos.

El árbol, John Fowles. Impedimenta

¿Crees en Henry David Thoreau sobre todas las cosas? En ese caso, no te pierdas El árbol, de John Fowles: la última joya rescatada por Impedimenta, que en esta ocasión nos llega gracias a la traducción de Pilar Adón. Se trata, nos cuentan, de «una obra inspiradora que refuerza nuestra conexión con el mundo natural y nos recuerda el placer que produce perderse en él, el valor de no tener ningún plan y la sabiduría necesaria para dejar que nuestro instinto nos guíe con libertad tanto en la vida como en el arte». El árbol se publicó por primera vez en 1979, y es una de las pocas obras en las que John Fowles —principalmente novelista— exploró el género ensayístico. Este libro —que cumple con el tópico: breve, pero intenso— plantea una provocadora reflexión sobre la conexión entre la creatividad humana y la naturaleza, además de un poderoso argumento contra la censura de lo salvaje.

Barullo, Rodrigo García. La uÑa RoTa

Barullo —subtitulado «Un libro dodecafónico»— recoge las últimas obras de teatro de Rodrigo García, estrenadas entre 2009 y 2015: Muerte y reencarnación en un cowboy, Gólgota Picnic y Daisy. Esta nueva edición de su teatro se acompaña de una compilación de textos, pertenecientes a distintas etapas de su escritura y dispersos hasta ahora: El mensajero de Asturias critica la censura en torno al arte y la literatura en Occidente, que él sufre a menudo; en Stefano Scodanibbio homenajea a su amigo muerto y reflexiona en torno a la enfermedad y la muerte; La selva es joven y está llena de vida cuestiona su propio estilo y alimenta a sus detractores. Barullo, con ilustraciones del genial David Shrigley, también contiene textos inéditos, como Protegedme de lo que deseo.

Cosmotheoros, conjeturas relativas a los mundos planetarios, sus habitantes y producciones, Christiaan Huygens. Jekyll & Jill

«Cosmotheoros» significa «el observador de las estrellas», y Christiaan Huygens afrontó en él el primer tratado que conjetura la vida extraterrestre desde el punto de vista científico, basándose en las teorías que le precedieron. Nicolás de Cusa, Giordano Bruno, Johannes Kepler, Tycho Brahe o René Descartes guían a Christiaan Huygens, que publicó su Cosmotheoros —escrito en latín e inglés— en 1698. Christiaan Huygens (La Haya, 1629-1695), fue un destacado matemático, físico, horólogo, astrónomo, diseñador y pulidor de lentes, fabricante —junto a su hermano Constantijn— de telescopios, fellow de la Royal Society de Londres y miembro fundador de la Académie des Sciences de París. La edición de Jekyll & Jill nos impresiona por su detallismo —el libro incluye fotografías, una extensa biografía cronológica de la familia Huygens y multitud de notas—, además de por las ilustraciones de Alejandra Acosta, que ha pintado y bordado con hilos de colores una veintena de posibles vidas extraterrestres.

El arte de pedir, Amanda Palmer. Turner

Asegura el subtítulo: «lo que he aprendido sobre dar, aceptar y no sufrir». El arte de pedir es un libro generoso, inspirador, del que resulta inevitable salir con la vida cambiada. Amanda Palmer parte de su propia experiencia, desde sus años como estatua viviente a su éxito en los tiempos de internet —es pionera en el uso de las redes sociales o el crowdfunding—, para reflexionar sobre los vínculos que establecemos: con quienes nos rodean, con nuestros sueños y con los obstáculos, con el arte y con el dinero. Entre las memorias y la sanísima autoayuda, cercano y divertido, Amanda Palmer te despierta las ganas de hacer cosas.

Los allanadores, Carlos Pardo. Pre-Textos

¿Ha escrito Carlos Pardo un libro político? Así puede leerse Los allanadores, aunque su escritura —tan generosa en imágenes, sorprendente, en eterno desafío a las palabras— se distancie de lo que esperemos al pensar en poesía social. Así puede leerse, entonces, este libro: como el sutil —y crítico, sin piedad— testimonio de una época de precariedades. Reivindica desde la intimidad. Cuando sucede Los allanadores todo se desmorona, todo se tambalea, y sin embargo la poesía —de la que también se duda: «a punto de perder de nuevo/ la fe en la poesía»— es el lenguaje que elegimos y en el que nos amparamos.

Siete casas vacías, Samanta Schweblin. Páginas de Espuma

El escritor Rodrigo Fresán, presidente del jurado del IV Premio Internacional de Narrativa Breve Ribera del Duero, ha definido la voz narrativa de Siete casas vacías como la de «una científica cuerda contemplando locos, o gente que está pensando seriamente en volverse loca». En efecto, en este libro de Samanta Schweblin visitamos siete casas, y todas ellas están vacías y en todas ellas falta la cordura. Samanta Schweblin empuja a sus personajes a explorar terrores cotidianos, acaso los que más dolor nos provocan, y nos invita a diseccionar los miedos propios y ajenos, y a poner sobre la mesa los prejuicios de quienes —debatiéndose entre el extrañamiento y una rara normalidad— contemplan a los demás, y a la vez se contemplan a sí mismos.

Libro de la danza, Gonçalo M. Tavares. Kriller71

Conocíamos la prosa de Gonçalo M. Tavares, de quienes se han traducido sus novelas, relatos y ensayos, pero Kriller71 nos trae ahora su poesía. Su ingente producción literaria, nos dicen, parece estar relacionada con el desasosiego que desemboca en el decir constantemente o en el estar constantemente diciendo. El discurso de la poesía de Tavares nos desestabilizar gracias al ensayo con las preposiciones o con la cara semántica de las mayúsculas, pues este libro trata sobre el movimiento del cuerpo en el espacio y del orden del discurso. Lúcido y potente, Saramago profetizó para Tavares el Premio Nobel: estamos de acuerdo.

Por redacción Estandarte.