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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

Margaret Drabble: Un día en la vida de una mujer sonriente

La capacidad descriptiva de la autora tampoco pasa desapercibida. Su forma de narrar, ligera y directa, expresa con sumo detalle las emociones humanas, sobre todo de la mujer.

La serie de relatos de la autora inglesa y heredera de Jane Austen llega al castellano de la mano de la editorial madrileña Impedimenta. Gracias a la traducción de Miguel Ros González el público hispano puede disfrutar ahora de la lectura de estas trece historias escritas desde la década de los sesenta y reunidas en 2011 para su publicación en inglés (A day in the life of a smiling woman), por el académico español José Francisco Fernández y donde figura un relato más.

Los que conozcan a la escritora de Sheffield por sus novelas -como La piedra de moler (Alba, 1965) o, la más reciente, La niña de oro puro (Sexto Piso, 2013)- sabrán que uno de sus temas predilectos es el universo femenino y la socialización de la mujer. Los trece relatos recogidos en esta edición son clave para poder entender la profundidad del mundo literario de Drabble. En el interior de Un día en la vida de una mujer sonriente se narran con verdadera lírica, ironía, y una clara visión moral las historias de diferentes heroínas en momentos concretos de sus vidas. Esposas, madres, viudas, escritoras, novias e hijas son algunas de las protagonistas de sus textos, donde en ocasiones uno puede distinguir episodios de la vida real de la propia novelista.

Esta obra constituye además una lectura muy útil para iniciarse en la prosa de Drabble. Según uno va leyendo los diferentes relatos puede apreciar la evolución en la escritura y el contexto de sus historias. Es evidente cómo los primeros cuentos se enmarcan en pleno apogeo de la liberación de la mujer en Reino Unido; mientras que los últimos responden a situaciones modernas de finales del siglo XX. La capacidad descriptiva de la autora tampoco pasa desapercibida. Su forma de narrar, ligera y directa, expresa con sumo detalle las emociones humanas, sobre todo de la mujer. La presión a la que se ve sometida ésta dentro de sus estereotipos de género es una constante durante toda la obra. También lo son el anhelo del éxito, la capacidad de multitareas que intentan sobrellevar las madres trabajadoras dentro y fuera del hogar familiar o las ideas en torno a las relaciones de pareja.

“La cueva de Dios”, “Deberes”, “La viuda alegre” o “Una historia de éxito” son algunos de los relatos que conforman este volumen y dejan traslucir que, incluso en la circunstancia más extraña o el paisaje más hermoso, lo que de verdad importa y da sentido a la condición humana son los propios significados que atribuyen las personas a lo que les rodea, las emociones que provocan las experiencias diarias. Margaret Drabble lo sabe y utiliza la literatura como herramienta para trasladar aquellas situaciones a las que se llevan enfrentando las mujeres desde décadas. Un día en la vida de una mujer sonriente es un espejo en el que muchas personas se sentirán identificadas, es una foto ampliada, una imagen de tres dimensiones donde aflora lo más intrínseco y escondido del ser humano.

MARTA RÓZPIDE