«Cuentan en Comillas, Cantabria, que una tarde Gaudí paseaba por la playa viendo el vuelo de las gaviotas. Con su bastón trazó la línea que seguían las gaviotas y esa fue la idea de la puerta». El escritor Gustavo Martín Garzo se refiere a la historia de La puerta de los pájaros, que se encuentra en la localidad cántabra y que da nombre a su último libro, editado por Impedimenta, que ha presentado en El ojo crítico.

«Es una puerta especial, que da al jardín de una gran mansión. Y tiene tres vanos: uno para los carruajes, otro para las personas. Y lo más inquietante es que, en la parte de arriba hay un hueco redondo que es la puerta para los pájaros». Para Martín Garzo simboliza la puerta de la imaginación. «Esa puerta que nos lleva al mundo de los sueños, de los deseos, de la intimidad; todo ese mundo del que se nutren los cuentos».

Y se asemeja mucho a un cuento la historia que Garzo nos narra en La puerta de los pájaros. En sus páginas habita una princesa, un unicornio y otros seres míticos. Es un relato sobre la infancia y los días pasados. Una fábula fantástica sobre el alma de esos niños que fuimos una vez.

«Lo que define al unicornio es el silencio que hay en torno a él. Es una criatura que vive en el bosque, extraordinariamente tímido. Para mi simboliza el silencio que acompaña los momentos más esenciales de la vida».

La puerta de los pájaros de Gustavo Martín Garzo cuenta además, con doce bellísimas ilustraciones de Pablo Auladell.

Por Nelly Romanos.