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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

Maryse Condé: «La literatura ayuda a la gente a enfrentarse a sus problemas»

La escritora francesa y Premio Nobel Alternativo de Literatura Maryse Condé (Guadalupe, 1937), que ha visitado Barcelona para presentar su libro «Corazón que ríe, corazón que llora» (Impedimenta, 2019), cree que «la literatura no da respuestas, pero ayuda a la gente a enfrentarse a sus problemas».

Este libro, una autobiografía escrita en 1999, habla de la identidad, de las relaciones de clase, y del racismo a través de 17 cuentos en los que la autora.

La escritora francesa y Premio Nobel Alternativo de Literatura Maryse Condé (Guadalupe, 1937), que ha visitado Barcelona para presentar su libro Corazón que ríe, corazón que llora (Impedimenta, 2019), cree que «la literatura no da respuestas, pero ayuda a la gente a enfrentarse a sus problemas».

Este libro, una autobiografía escrita en 1999, habla de la identidad, de las relaciones de clase, y del racismo a través de 17 cuentos en los que la autora explica momentos importantes de su infancia y juventud.

Maryse se dibuja como una de las «mujeres junco» que pueblan su literatura: «fuertes, nómadas, que no se quiebran ante ningún huracán de la vida y que no clavan sus raíces muy adentro, que se caen pero nunca desesperan».

La guadalupeña retrata en su libro a sus padres: orgullosos, clasistas, que prohibían el criollo y se explayaban en perfecto francés, sin interés por sus orígenes africanos, y temerosos de las narrativas que les pudieran recordar su pasado ligado a la esclavitud.

La escritora, en cambio, descubrirá «la importancia del pasado» al llegar a París, donde, según relata, un amigo de sus padres le habló de su origen como esclavos negros de la metrópolis francesa. «Mis padres vivían en una mentira constante», sentencia.

El libro muestra así su búsqueda de una identidad personal que le había estado negada y escondida en un principio, descubriendo al lector la «dificultad de ser una misma y encontrarse».

Aunque escribe desde niña, comenzó su trayectoria literaria con cuarenta años con la novela Heremakhonon (1976), «casi obligada por un amigo», según explica.

En este primer libro Maryse refleja «la contradicción según la cual África es un lugar maravilloso en el ideario de los occidentales», mientras que, en realidad, «es un lugar donde la gente sigue sufriendo mucho», como pudo comprobar durante su etapa allí, tras casarse con su primer marido, guineano.

Como la novela recibió críticas y no se vendió bien, Maryse pensó que «la verdad no vendía, sobretodo cuando se escriben cosas que contradicen lo que la gente quiere creer».

Hecho este descubrimiento, la escritora se enfrentó al dilema de «mentir o decir la verdad» en su obra, optando por la segunda opción, ya que «los lectores debían y deben confrontarse con la problemática que acarrea ser negro y europeo a la vez», según precisa.

Esta verdad se descubre también en el idioma que utiliza sobre el papel. Ella, según ha remarcado, escribe en la lengua «Maryse Condé», formada por sus sueños, recuerdos y proyectos, «por todas las lenguas del mundo» leídas a través de cada libro que ha pasado por sus manos, y por toda la música que ha escuchado.

A través de sus letras emerge, según la crítica, una escritora inconformista, que muestra su compromiso sobre asuntos de raza, género e injusticias sociales, y que ha dedicado su obra a difundir la historia y la cultura africana en el Caribe.

Toda su obra está escrita en francés y ha sido traducida al castellano en tres ocasiones: en la saga «Segu» y en las novelas Yo, Tituba, la bruja negra de Salem y La colonia del nuevo mundo.

Ahora este escaparate se amplia con Corazón que ríe, corazón que llora y próximamente se esperan Célanire cuellocortado (Ménades, proyecto de Verkami) y Desirada (Impedimenta).

Paula Boira Nacher