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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

Mircea Cartarescu, un rumano valeroso

Una epopeya en toda regla. Un rumano valeroso, daga y pistolas con empuñadura de marfil en mano, recorre los mares de Grecia para combatir contra los turcos, primer paso en la larga lucha por liberar los Cárpatos del yugo otomano…

Andamos por principios del siglo XIX y aún los turcos son quienes mandan en tierra y mar, aún los griegos que se llaman luchadores por la libertad son poco más que bandoleros.

Es el tema perfecto para soñar, narrar, dejarse llevar. Piratas y mar, batallas, los malos, los buenos, las doncellas y los héroes. Una lucha de desharapados contra un imperio, no hay nada mejor para un escritor. (Tan en serio se lo tomó Lord Byron que acudió en persona y encontró la muerte en Grecia).

El lenguaje es acorde: barroco, sobrecargado, rico en ornamentas al estilo de los bardos o los narradores de Oriente. Pero Cartarescu no sería quien es, si no deslizara algún guiño para hacer saber al lector que no se toma totalmente en serio, que esto en el fondo es un juego. Una fantasía con la que el poeta se distraía en 1987, tecleando en su cocina en los ratos libres de su trabajo como maestro de escuela. Publicado en 1990, esta obra es, en su original rumano – Levantul – un único largo poema en doce cantos, que recupera innúmeras pistas de la tradición poética cárpata y subraya sus influencias orientales, según dicen los entendidos.

La versión en español no mantiene esta estructura: para las traducciones internacionales, el autor editó una versión en prosa, más accesible para quienes no reconoceríamos los malabarismos de la poesía épica local. Pero es pleno Cartarescu: capaz de emocionar, de tocar esa fibra naïf del lector que desea creer en los héroes, sin nunca caer en lo trillado, siempre a punto de autoparodiarse, pero sólo a punto. Romántico, lo llamaban en el siglo XIX. Con diez cañones por banda, a un lado Grecia, al otro Rumanía y allá a su frente Estambul, Cartarescu propone una navegación a toda vela.

Mircea Cartarescu (Bucarest, 1956) es probablemente el escritor rumano vivo más destacado. Tras darse a conocer con el poemario Faros, vitrinas, fotografías en 1980 y dedicar una década a la lírica, empezó a escribir novelas y relatos de las que la editorial Impedimenta ha publicado en español El ruletista, Nostalgia, Las bellas extranjeras y Lulú, obra de la que ha cedido un excerpto a M’Sur.

Al igual que las obras anteriores, El Levante ha sido traducido por Marian Ochoa de Eribe.

Por Ilya U. Topper