La famosísima autora de Mujercitas escribió este particular texto, inclasificable, pues tiene apariencia de relato costumbrista aunque también cabe considerarlo como una crónica de lo que la propia Louisa May Alcott vio y llamó, como subtítulo, «una experiencia trascendental». Con ello se refería al movimiento trascendentalista, con el líder Emerson y autores como Thoreau, que se sintieron atraídos por los valores que proponían las comunas, muy en boga en el siglo XIX en Estados Unidos. El lector aquí podrá ver —y ampliar conocimientos gracias al postfacio de Pilar Adón— cómo la familia Lamb (trasunto de su padre, el pedagogo Bronson Alcott y demás) quiere crear una vida idílica, basada en el compartir y la discusión intelectual. Aunque no tardarán en chocar con la cruda realidad.

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