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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

Publican trece relatos inéditos en español del visionario Stanislaw Lem

Visionario, radical, inteligente y misántropo son adjetivos que le van como anillo al dedo al escritor polaco Stanislaw Lem, de quien se publican ahora trece relatos inéditos en español que constituyen una excelente ocasión para adentrarse en las obsesiones de este maestro de la ciencia ficción.

El relato central del libro, «Máscara», ha servido también para titular la obra que acaba de publicar en España Impedimenta, la editorial que en los últimos años ha rescatado varios títulos de este autor de culto y que seguirá haciéndolo en el futuro.

Se trata de trece cuentos que Lem (1921-2006) fue escribiendo a lo largo de su vida y que por cuestiones de extensión o de temática «se habían caído» de las antologías que el autor polaco preparó en sus primeras décadas como narrador. Tampoco abundan las traducciones a otras lenguas.

En Polonia sí fueron recopilados en 1996 y, después, en 2003 como el tomo 23º de las obras completas de este escritor que está «a la altura de los mejores autores del siglo XX». Es «un excelente narrador, filósofo de fuste y auténtico estilista», asegura en declaraciones a Efe Enrique Redel, director de Impedimenta.

Los cuentos incluidos en el volumen «son raros pero en absoluto de peor calidad que otros suyos, entre otras razones porque Lem y su familia jamás ofrecerían para su traducción ningún texto del que no estuvieran orgullosos», afirma el editor que no duda en calificar de «rocambolesco» el proceso seguido hasta localizar los relatos y comprobar que permanecían inéditos en castellano.

Tan solo hay una versión pirata en internet de «Máscara», el relato principal del libro, desconocida incluso por el secretario de Lem, Wojciech Zemek.

Los trece relatos se ofrecen por orden cronológico (el primero es de 1957 y el último de 1996) y en ellos está «el mejor Lem, el de Solaris o Vacío perfecto. En sus páginas laten las principales preocupaciones y obsesiones de este escritor «visionario, radical, burlón y violentamente inteligente».

«Lem tenía una especial predilección por el humor en sus relatos y una gran facilidad para intuir mundos futuros, para ver hacia dónde va el ser humano o cuestiones como la biotecnología y la inteligencia artificial», comenta Redel.

La incomunicación está también muy presente en los relatos de Máscara. Por algo Lem «era muy misántropo, odiaba al género humano profundamente y, conforme se iba haciendo mayor, lo odiaba más», asegura este editor que ha publicado otras obras del escritor polaco, entre ellas Solaris, El hospital de la transfiguración, Vacío perfecto y Golem XIV.

Y no hay que olvidar que Lem vivió bajo un régimen comunista y «estuvo muy controlado». La falta de libertad que había en Polonia fue uno de los motivos que lo llevó a escribir ciencia-ficción, género en el que llegó a ser «el mejor escritor europeo y el único comparable a los autores norteamericanos» de esta modalidad.

De hecho, fue miembro honorario de la Asociación Americana de Escritores de Ciencia-Ficción, pero fue expulsado en 1976 tras declarar que la que se publicaba en Estados Unidos era de baja calidad.

La variedad está garantizada en los cuentos incluidos en Máscara. Desde el tono jocoso de «La invasión de Aldebarán», una parodia de las historias de alienígenas; el delirio de «La rata en el laberinto» o la tenebrosa pesadilla de «Moho y oscuridad» hasta la filosófica y compleja parábola del relato que da título al libro, la historia de una inteligencia artificial que quiere escapar de su destino.

Ese relato central es también una reflexión sobre «la identidad, el sentido de la vida, la inseguridad, la libertad y el amor», le dice a Efe la polaca Joanna Orzechowska, traductora del volumen.

Esta experta en Filología hispánica ya había traducido al español varias obras de Lem, pero reconoce que Máscara ha sido «un desafío» por la diversidad de los relatos que contiene, los juegos de palabra que hace el autor y los neologismos que crea.

«Este libro ha puesto a prueba mis conocimientos de polaco, mi imaginación y mis conocimientos de español. En algunos momentos ha sido como entrar en trance», asegura Orzechowska, que reside en España desde hace quince años y que es autora de la primera traducción directa del polaco al español de Solaris, la obra maestra de Lem.

La traductora coincide con Redel en que Lem era «un gran visionario», capaz de adelantarse a su tiempo en temas relacionados con la nanotecnología, los ordenadores inteligentes o la realidad virtual.

En contra de Lem pudo jugar quizá su entrega a la ciencia-ficción y el que sus libros aparecieran en colecciones del género.

Pero «es un gran autor, de una vigencia increíble, que ahora gana adeptos no solo entre los fanáticos de la ciencia ficción sino de la literatura en general», subraya Redel.

Ana Mendoza.