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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

RESEÑA: Cuentos de hadas de Angela Carter

Actitudes femeninas como la valentía, la inteligencia, la integridad, la maldad o la codicia. Temas como la familia, los hijos e hijas, la vida conyugal.

Sinopsis: en ellos encontraremos sangre, humor, sexo y muerte. No hay princesas ñoñas, ni hadas maravillosas, sino jóvenes astutas, ancianas taimadas, chicas malas, hechiceras, parteras vengativas, mozas ladronas, novias rastreras, madres, hijas y hermanas raras. Sólo una escritora tan radical como Angela Carter podría haber sido capaz de armar esta antología de relatos, todos ellos protagonizados por mujeres, una celebración del universo femenino a través de los tiempos, ilustrado con los grabados originales de la edición inglesa a cargo de Corinna Sargood.

Su lectura me ha parecido: reveladora, interesante, magnífica, apasionante, importante, reivindicativa, única, inspiradora, absolutamente necesaria… «Hubo un tiempo no muy lejano en que los cuentos de hadas no estaban destinados a los niños.» Estas palabras, aclarativas y evocadoras a todas luces, son las que pueden leerse en la contraportada del libro que hoy reseñamos. Palabras, que, para ser sinceros, poseen una verdad indudable y que en más de una ocasión hemos abordado. Los cuentos, en su concepción literaria, no tienen que ser siempre infantiles. Desde que el mundo es mundo, se ha ido transmitiendo de generación en generación valores tales como el amor, la valentía, la amistad o el honor. Pero, al igual que los nombrados, esos primeros cuentos orales estaban plagados de desdicha, arrogancia, envidia, egoísmo o violencia. En los que por supuesto la muerte o el miedo estaban muy presentes. Hay quien dice que estas primeras historias han influido de forma determinante en la cultura y en las concepciones del hombre y de la mujer, dependiendo claro está de la comunidad y de otros factores como la geografía o la naturaleza. Siendo totalmente sincera, creo que es una hipótesis muy interesante y que puede estar en lo cierto. Los cuentos entretienen y sirven como elemento de identidad, pero también previenen, advierten e instruyen con unas historias, pero sobre todo, con unos finales que distan de ser maravillosos. Sangrientos, reflexivos, crueles… Los hay de muchos tipos, pero al fin y al cabo, cumplen las mismas funciones que las de los cuentos más amables. El volumen de relatos que hoy os presento está empapado de un carácter ancestral, mítico, y como tal, transciende. Gozando así de una atemporalidad que exige su lectura, y más en los tiempos que corren, en los que el feminismo parece resurgir. Cuentos de Hadas de Angela Carter: la superación literaria de estereotipos y roles de género.

La historia de como Cuentos de Hadas de Angela Carter llegó para quedarse en mi estantería y en mi vida de paso es reciente. Pero para ser más justos, deberíamos arrancar desde el verdadero origen. Como muchas y muchos sabréis, hace un tiempo que llevo interesándome por la literatura escrita por mujeres. No por capricho ni por moda, sino porque ha llegado un punto en el que es necesario prestarles atención. El mundo está loco, y dentro de esa locura, se insertan actitudes intolerables que se cometen contra las mujeres. Además, a lo largo de la historia las mujeres han estado siempre ahí, y en el campo de la escritura también, incluso en ese caso la cosa es bastante escandalosa. A escondidas, bajo un pseudónimo, en el anonimato, por consentimiento o sin él… Las mujeres, como los hombres, también se han sentido atraídas por la escritura, la diferencia es que mientras ellos lo hacían con completa libertad, ellas se enfrentaban a múltiples problemas, prejuicios o prohibiciones que dificultaban enormemente a sus respectivas carreras literarias. Afortunadamente, muchas de estas mujeres han logrado un hueco en la historia, pero no está de más recordarlas, a las que triunfaron como a las que no. Por eso, por esa exigencia personal, por ese apetito lector, necesitaba con urgencia lecturas escritas por mujeres que hablasen de mujeres. Me daba igual, estaba abierta a cualquier autora y formato, con saciar mi necesidad intelectual, estaba dispuesta a todo. Fue entonces cuando, y sin esperarlo, los Cuentos de Hadas de Angela Carter irrumpieron en mi camino. Cuando lo vi por primera vez, tuve que cogerlo entre mis manos y leer con euforia la reveladora sinopsis. Aquellos eran cuentos, si, pero no como los que había escuchado hasta la saciedad. Estos eran diferentes, intrigantes, apetecibles y lo mejor de todo, estaban protagonizados por mujeres que, según sugiere la contraportada, desmontan de golpe y porrazo la idealización de los personajes femeninos en este tipo de historia. Nunca había oído hablar de Angela Carter, ni de su vida ni de su producción literaria, lo que sin duda avivó mi interés por este grueso volumen de cuentos. El libro apareció en el momento más oportuno y no podía dejar pasar la oportunidad de introducirme de lleno en sus páginas. Gracias a la colaboración con Impedimenta, pude hacerme con un ejemplar. El día que el cartero me lo subió a casa fue toda una celebración, por fin pude considerarlo mío y sumergirme en su lectura semanas después. El resultado no pudo ser más satisfactorio y enriquecedor.

Centrándonos en la crítica literaria, comenzaremos diciendo que los Cuentos de Hadas de Angela Carter presenta una lectura fluida, entretenida y organizada. Como muchos sabéis, el cuento está de moda, pero al contrario de lo que podamos pensar, muchos de ellos carecen de lógica en cuestiones distributivas. En otras palabras, que los cuentos no tienen un orden bueno, sino que están puestos así porque si, sin atenerse a criterios de ningún tipo. La regla fundamental de cualquier libro de cuentos es el orden que el autor quiera establecer, no el libre albedrío, que lo único que consigue es dificultar la lectura. Afortunadamente, en Cuentos de Hadas de Angela Carter eso no pasa. Encontramos en él una división temática muy tradicional, pero que choca de buenas a primeras, posibilitando que su lectura sea más atenta y distendida si cabe. Carter logra de esta forma que el lector no abandone, que mantenga su curiosidad y fascinación hasta el final. Ya nos avisa la contraportada que no estamos ante un libro de cuentos cualquiera, y en este aspecto queda más que evidente. No quiero desvelar mucho más, pues, éste es un libro que merece la pena leer y no quiero romper la magia que esconde. La extensión de los cuentos, salvando algunos, no es excesivamente larga, algo que no disuade al lector de atreverse con su pertinente lectura. Es importante destacar, por otro lado, que este volumen de cuentos es recopilatorio, es decir, que Angela Carter no es la autora de los cuentos, sino la encargada de atesorarlos y de darles la estructura para ser mostrados al gran público. En él nos topamos con cuentos procedentes de infinidad de países, desde europeos hasta asiáticos, pasando por África y Norteamérica. Este aspecto ofrece al libro una perspectiva más universal culturalmente, a través de la cual, el lector puede apreciar como se percibe a la mujer en culturas muy diferentes, algunas de ellas desconocidas para el gran público. En lo que respecta a los cuentos en si, es abrumador observar la cantidad de matices y aspectos que estos contienen. Actitudes femeninas como la valentía, la inteligencia, la integridad, la maldad o la codicia. Temas como la familia, los hijos e hijas, la vida conyugal. O incluso que llegan a nuestros días, tales como el estereotipo, la discriminación, la misoginia o la mismísima violencia de género. Todos ellos aparecen, con extraordinaria intensidad, en este volumen. Todos son dignos de mención, pero si he de destacar alguno es el que lleva por título «De como un marido desenganchó a su mujer de los cuentos de hadas», simplemente escalofriante. También apuntar que en este libro se encuentra la Caperucita Roja sin censuras o historias tremebundas como «Razones para pegar a tu mujer» o «Una ración de sesos». Por último comentar lo evidente, y es que los Cuentos de Hadas de Angela Carter elevan al feminismo a un pedestal, dejando que este hable por si solo en cada uno de los cuentos. Dejando al descubierto no solo que la mujer ha sido ignorada, desprestigiada, aplastada, violada o insultada a lo largo de la historia, también la realidad, que no existe la princesita idealizada, es decir, la mujer perfecta.

Es evidente, y más tratándose de este libro, que las reflexiones brotarían por si solas ante mis ojos y ante los de cualquier lector. Ni os imagináis la cantidad de pensamientos que se cruzaron en mi cabeza a medida que iba avanzando en su lectura. Sin embargo, y como no quiero enrollarme más de lo estrictamente necesario, he decidido centrar estas últimas líneas en hablar de un tema de gran actualidad. Nadie puede negar que hoy en día el feminismo está más presente que nunca: en los medios de comunicación, en las redes sociales, en las conversaciones de a pie e incluso en formatos como la pintura, el cine o la propia literatura. El feminismo ha empezado a hacerse un hueco en el pensamiento de la sociedad, incluso, y esto es muy bueno, ha favorecido la reedición de clásicos que abordan esa temática, la aparición de nuevos libros e incluso la recuperación de textos escritos por mujeres que en su momento no tuvieron gran repercusión. Hoy en día, y entroncándolo con la temática de los Cuentos de Hadas de Angela Carter, a raíz del feminismo se cuestiona incluso ciertos modelos de nuestra más tierna infancia, como pueden ser por ejemplo las princesas Disney. Éstas, en una primera época son sumisas, dóciles, perfectas, hermosas, buenas amas de casa y que su única ambición es casarse con el príncipe azul de turno. Pero en los últimos años, encontramos a Mérida y Elsa, dos princesas Disney que distan mucha de parecerse a la Bella Durmiente o a la Cenicienta. Son fuertes, valientes, seguras de si mismas y no necesitan a nadie que las defienda. En el caso de Mérida logra ser feliz sin comprometerse con un príncipe y en el caso de Elsa gobierna el reino en solitario, como si se tratase de Isabel I, sin que el espectador se cuestione por qué no se ha casado. Esto esta muy bien, y en relación con la labor de Angela Carter, la autora viene a corroborar lo mismo, aunque con más profundidad y critica si cabe. No existe la mujer perfecta, no, existen muchos tipos de mujeres, con sus virtudes y defectos. En estos cuentos aparecen mujeres honestas, leales o inteligentes, pero también perversas, tacañas o vengativas. Así que de idealizada nada, más bien real, la historia, también la realidad, que no existe la princesita idealizada, es decir, la mujer perfecta. como la vida misma, sin edulcorantes ni cursilerías. Debemos, entre todos, luchar por despojar al género femenino de esa carga de estereotipos, de obligaciones y de actitudes que la tradición le ha asignado. Sin olvidarnos del masculino, cuya asignación de valores y deberes también viene del mismo origen. El camino, debe ser siempre la educación, una educación en valores que permita tanto a los niños como a las niñas crecer sin esos roles asignados, permitiendo que vivan su vida como ellos quieren y no como la sociedad espera que se comporten. Cuentos de Hadas de Angela Carter: un conjunto de historias de amor, lucha, terror, miserias humanas, mujeres ingobernables, reivindicación, visibilización, denuncia… Un libro de cuentos para las mujeres y los hombres de hoy y del mañana.

Frases o párrafos favoritos:
«Entró y yació con la mujer de su maestro. La mujer del maestro le enseñó lo que el maestro no le había enseñado.»

Película/Canción: sin duda, del que más adaptaciones se ha hecho ha sido de Caperucita roja. No obstante, he preferido en esta ocasión poner el broche final con esta pieza que me ha acompañado durante la redacción de esta reseña. Sencillamente especial.

¡Un saludo y a seguir leyendo!

A. MOLINER