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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

STANISLAW LEM: LA VOZ DEL AMO

Lem fue ante todo un científico, un crítico y un filósofo, y de la fusión de todas estas facetas surgió el novelista. El escritor polaco era sobre todo un pensador, de ahí que la importancia de sus obras no reside meramente en la construcción de mundos futuristas y tecnológicos, sino en la crítica, en la aguda reflexión sobre el mundo que lo rodeaba. Ahora nos llega, gracias a la editorial Impedimenta, La voz del Amo, escrita en 1967 (publicada en 1968) y una de las más interesantes y profundas obras de Lem.

Utilizando el procedimiento de manuscrito encontrado, esta novela es la autobiografía ficticia de Peter E. Hogarth, un matemático heterodoxo que se une al equipo de científicos encargado de descifrar un supuesto mensaje extraterrestre contenido de una emisión de neutrinos proveniente de la constelación del Can Menor y recogida por un observatorio. El gobierno de Estados Unidos traslada un equipo multidisciplinar de científicos a unas instalaciones secretas de Nevada para trabajar en el proyecto Master’s Voice (MAVO). A pesar del formidable presupuesto y medios la dificultad es casi insalvable. Apenas se tiene la certidumbre de que el mensaje permite la creación de algún tipo de vida o de arma. La llegada de Hogarth supone un punto de inflexión en la investigación y se formulan, discuten y rechazan numerosas teorías. Al final Hogarth suspende su investigaciones, convencido de que el mensaje fue enviado con destino a civilizaciones más evolucionadas que la terrícola, y que “nosotros nos encontramos como los hombres de las cavernas intentando descifrar los planos de una catedral gótica”.

Más de un lector se sentirá escandalizado al leer las palabras que siguen a continuación, pero yo considero que forma parte de mi deber dejarlas por escrito. He de confesar que nunca antes había redactado un libro como este y, como no es habitual que un matemático preceda sus obras con confesiones de carácter personal, bien podría habérmelas ahorrado.

Por circunstancias ajenas a mi voluntad, me he visto involucrado en los acontecimientos que procederé a relatar acto seguido. Más adelante explicaré las razones concretas por las que este texto viene precedido de una especie de confesión. Soy consciente de que, cuando uno desea hablar sobre sí mismo, debe situar su persona en un marco de referencia. En este caso, me gustaría remitir al lector a la biografía, recientemente publicada, que escribió sobre mí el profesor Harold Yowitt.

Con un poco de fantasía, prácticamente cualquiera podría escribir toda una serie de autobiografías en las que solo coincidieran las descripciones de los hechos. Sé que hay personas francamente inteligentes, aunque jóvenes e inexpertas y, por ello, ingenuas, a las que mi anterior afirmación les parece producto del cinismo. Están equivocadas, pues no nos encontramos ante un problema moral, sino cognitivo. El número de creencias metafísicas no desmerece en cantidad al de las diferentes creencias que uno puede abrigar sobre sí mismo, y estas a veces se suceden en el tiempo, en las distintas fases de la vida, y a veces incluso se conciben simultáneamente.

Como muchas obras de Lem, La voz del Amo forma parte de lo que podríamos llamar literatura del conocimiento: más que el tema, lo importante es la reflexión implícita. Más que lo descrito, interesa el hecho mismo que describir, la meditación sobre la forma de interpretar, estructurar y transmitir lo descrito. Seguramente hay muchos lectores a los que no guste este tipo de literatura discursiva, casi académica, más cercana al género ensayístico que a la narrativa pura, pero aquí, como en otras obras de arte, la forma es parte esencial y creadora del fondo.

Como anécdota, en esta novela Lem lanza una puya más que directa contra los escritores de ciencia ficción (especialmente norteamericanos), lo que probablemente le valió su expulsión de la SFWA (Asociación Americana de Escritores de Ciencia Ficción). Hoy intuimos que Lem tenía razón en su crítica.

Termino diciendo que La voz del Amo es un libro profundo y exigente a la par que irónico, altamente disfrutable y gratificante. Un título que no puede faltar en ninguna biblioteca de ciencia ficción. La edición de Impedimenta es preciosa como siempre.

JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ