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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

El desamor en Australia – La Vanguardia – «La torre vigía», de Elizabeth Harrower

‘La torre vigía’, principal novela de la desaparecida Elizabeth Harrower

‘La torre vigía’ (Impedimenta) ha tardado 56 años en ser traducida al español. Y, sin embargo, es una novela notable, obra de la australiana Elizabeth Harrower (1928-2020), fallecida el pasado mes de julio a los 92 años. Esta historia de dos hermanas que sufren, primero, la muerte de su padre y, luego, el abandono de su madre, fue la que lanzó a la fama -en su país- a Harrower, que ya tenía tres novelas publicadas, ha influenciado a autoras como la irlandesa Eimear McBride. Ha sido uno de los secretos mejor guardados de su país (en EE.UU. no se publicó hasta el 2013).

Elizabeth Harrower
Elizabeth Harrower IMPEDIMENTA

Envuelta en una tensión permanente -para algunos, incluso ‘terror psicológico’-, la trama refleja el desamparo de las dos chicas y cómo la mayor, Laura, recibe una propuesta matrimonial del propietario de la empresa donde trabaja. Así, mientras su despreocupada y ociosa madre decide volver a Gran Bretaña (Sidney es provinciano; Londres, cosmopolita), las hijas se quedarán en Australia, formando una familia con Felix Shaw, el nuevo marido de Laura, en lo que parece, a ojos de la sociedad, «un buen arreglo». Decidido, egocéntrico, incluso con algunos rasgos de bondad, Felix irá revelando, primero sutilmente, mecanismos de dominio y control que convierten progresivamente la vida de las hermanas en una pesadilla cada vez menos larvada. Aparte de algunos estallidos fruto del alcohol, la violencia de Felix nunca es evidente, se alterna con momentos de alegría y, por eso, resulta mucho más insidiosa. A los ojos del mundo exterior, el de los Shaw es un hogar que funciona. 

Harrower va tejiendo una atmósfera opresiva, y dibuja asimismo las contradicciones y los diferentes recorridos que van a realizar la dos hermanas, bajo un mismo techo. Una acabará siendo cómplice del maltratador, mientras la otra buscará su libertad. Las obras de Harrower no son demasiadas, pues sufrió una sequía creativa en 1970 que le duró cuatro décadas. Pero sus cinco novelas bastan para situarla en un destacado lugar, por su profundidad psicológica y sutileza. El hecho de que narrara el lado oscuro de las relaciones de pareja, el dominio invisible del hombre, la ha vuelto a poner de moda entre los jóvenes lectores.

—Xavi Ayén, La Vanguardia.