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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

Sobrevivir al aborto en Rusia – Vanity Fair – «Tienes que mirar», de Anna Starobinets

Starobinets lo cuenta todo porque cree «que el sistema se puede corregir».

EL TERROR EN RUSIA TIENE NOMBRE DE «INHUMANO SISTEMA SANITARIO». LO CUENTA LA ESCRITORA ANNA STAROBINETS, REINA DE LAS NOVELAS DE MIEDO.

Dice Anna Starobinets que una cosa es inventar historias de terror y otra muy distinta convertirse en la protagonista de una de ellas. Sabe de lo que habla. Ella misma escribe historias de terror. De hecho, es lo mejor que le ha pasado a la literatura rusa desde Nikolái Gógol. Podría decirse que es una mezcla entre la frondosa y delirante narrativa rusa y Shirley Jackson, la reina del terror cotidiano, la mujer de la que Stephen King lo aprendió todo. Pero el terror de Tienes que mirar (Impedimenta) es distinto. Es el terror al desamparo ante del monstruo del sistema sanitario ruso. “Dudé mucho tiempo si merecía la pena escribir este libro. Es demasiado personal. Demasiado real. No es literatura”, se excusa, a las puertas de la pesadilla que espera al lector en los pasillos de los centros ginecológicos estatales rusos, en los foros de Internet de madres que aún no lo han sido y tal vez no lo sean nunca, en las mesitas de noche con sobres de dinero para un parto que no va a ser como lo esperado. 

Starobinets, una escritora treintañera, de vida nada holgada, madre de una niña pequeña, acude a la consulta para someterse a una ecografía rutinaria. Y entonces ocurre. El médico le dice, como si tal cosa, que el crío tiene los riñones cinco veces más grandes de lo normal. «¿Y eso qué quiere decir? ¿Es malo? ¿Va a tener una vida complicada?», pregunta Starobinets. «No va a vivir, si consigue superar el parto, puede que dure unos días, unas horas», contesta, fríamente, él. En ese momento, da comienzo lo que podría tildarse de asfixiante novela kafkiana si no fuera porque nada es imaginado. Todo es real. «Este libro no trata solo de mi pérdida personal. Habla de lo inhumano que es en mi país el sistema que obliga a interrumpir un embarazo por razones médicas», adelanta ella misma antes de empezar a describir, sin reservas, lo ocurrido, sin obviar ninguna de sus obsesiones ni ningún nombre. Lo que lees es un durísimo, horripilante pedazo de vida, la de la escritora que un mal día se topó con el muro de la inhóspita burocracia sanitaria de su despiadado país.

—Laura Fernández, Vanity Fair.