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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

Delincuentes comunes se han sumado a la violencia – La Razón – «La edad de la piel», de Dubravka Ugrešic

Los delincuentes comunes también tienen sus razones. Sobre todo sienten malestar por la situación económica, y es lógico. No olvidemos que el procés se puso en marcha con un lema que llegaba hasta el corazón del más miserable «Si me tocan la cartera, saco la bandera». Y ya creo que la sacaron, al punto de que les han robado la cartera, pero de verdad. Barcelona está llena de carteristas que acuden a las manifestaciones en defensa de la libertad de expresión y expropiación, por si en el ardor del lanzamiento de un cóctel molotov, en el arrastre de un contenedor o en el momento de sustraer un patinete de un Decathlon pueden recaudar su 3 %. Además, el procés, como tantas veces se ha repetido ufanamente, es un movimiento transversal, en el que caben burgueses iletrados como Artur Mas: pequeños burgueses como Junqueras, el presidente del Barça —ya ven: Bartomeu detenido por un delito común—; hasta los «comunes» de En Común, siempre con mala conciencia; desclasados de los barrios altos como los de la CUP y parias de la tierra que sobreviven en una ciudad donde ni las ratas son lo que fueron. Delincuentes ha habido en todas las revoluciones, al margen de los delincuentes políticos habituales, incluso su aportación ha sido importante porque dominaban las artes antes de la violencia y pueden matar sin escrúpulos, llegado el caso. Cuenta la escritora croata Dubravka Ugrešic en La edad de la piel, ejemplar ensayo sobre cómo la antigua Yugoslavia y la llamada posdemocrática han dejado un territorio baldío regido por cínicos esos «paisitos yugoslavos» donde «cualquiera —electricistas, banqueros, camioneros, matones, contrabandistas, mozos de almacén— podían enriquecerse de la noche a la mañana gracias al servicio patriótico al país». Ahí está Arkan, líder paramilitar serbio con sus terribles «tigres», delincuentes todos nacionalistas todos, que ejecutaban la limpieza étnica. Hay sitio para todos. El consejero de Interior de la Generalitat, Miquel Sàmper, ha dicho que en los actos vandálicos de Barcelona han sido detectadas las juventudes de asalto de la CUP y delincuentes comunes que han venido a quitarles el trabajo.

—Manuel Calderón, La Razón.