Bienvenidos todos aquellos lectores que no tengan la piel muy fina. Desconozco si existe algo así como un gimnasio de mentes, pero la lectura de La edad de la piel me ha hecho sentir que visitaba un lugar así. La inteligencia y clarividencia de Ugrešić desembota el cerebro desde la primera página, ilumina los lugares más oscuros y pone el foco en cuestiones de una profunda relevancia en nuestros días.
La edad de la piel es la reunión de una serie de ensayos escritos entre 2014 y 2018, publicados aquí y allá, en diferentes medios de distintos países, y narrados desde una mordaz e irónica elegancia. La temática abarca de todo un poco. Política, cultura, feminismo, Historia, sociedad, música, identidad… En todos ellos la autora no deja títere con cabeza y es radical en el más puro sentido de la palabra: el de acudir siempre a la raíz de los asuntos. Ugrešić disecciona realidades, sacude conciencias e invita a reflexionar y a cuestionarse absolutamente todo.
Varios de estos ensayos hablan del colapso de Yugoslavia, su lugar natal; de su exilio tras la guerra de los Balcanes y del nacionalismo. Son estos unos retratos que sin embargo pueden extrapolarse a cualquier tiempo y lugar, en mayor o en menor medida. Pero nunca los percibiremos como algo lejano. El crimen, la corrupción y los tejemanejes de los gobernantes son situaciones, por desgracia, más bien universales.
Dubravka Ugrešić (Kutina, Yugoslavia, 1949), muestra el mundo sin filtros ni tapujos en “La edad de la piel” , erigiéndose como una de las grandes cronistas de nuestra época. Ganadora del Neustadt International Prize y finalista en el International Booker Prize, Ugrešić mira hacia donde nadie quiere mirar y habla de lo que mayoría prefiere callar. Es valiente hasta límites insospechados en sus retratos y opiniones de todo el catálogo de sueños, esperanzas y miedos del
individuo moderno, lo que la convierte en una de las escritoras contemporáneas que disfruta de un mayor reconocimiento en Europa.
Desde la película La La Land, pasando por el cadáver de Lenin, y sin obviar la extendida obsesión por las redes sociales que impera hoy en día, esta lectura te removerá tanto que hasta te hará replantearte tu modus vivendi. Desde luego ya nada será lo mismo una vez que las mordaces palabras de Ugrešić te atraviesen la piel.
—Lara Vesga, Letras en Vena.