Este extravagante personaje que desde su paso por Harvard llevó siempre un abrigo de piel de mapache, los dedos repletos de anillos y zapatillas de tenis es Edward Gorey, creador de inquietantes libros ilustrados tan macabros como cargados de un fino sentido del humor. Conocido como el ‘padre de la ilustración gótica’, los lectores tiquismiquis le condenan por pintar muertes horribles para niños inocentes en algunos de sus libros. Pero ¡qué maravillas encierran El dios de los insectos y Los pequeños macabros! Los que gustan de alterar el orden, los perversos (léase Tim Burton o Lemony Snicket, dos de los marcados por su huella) encuentran en ellos una cálida bienvenida a un mundo oscuro, desconcertante y surrealista. La editorial Impedimenta celebra el 20 aniversario de su muerte con ¡Qué absurdo!. La curiosa vida de Edward Gorey. Este sí, apto para todos los públicos.

—Pilar Manzanares, Esquirre.