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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

Reseña: «Atticus», de Júlia Sardà – Revista Peonza

Una queja que se repite en algunos libros de literatura infantil es la de los niños que no se sienten atendidos por sus progenitores porque estos están absorbidos por sus preocupaciones cotidianas. La distancia entre el mundo de la infancia y el del adulto es muy grande y nada fácil de salvar para algunas personas. Parece que todo el mundo se siente atraído por los más pequeños, pero la comunicación con ellos no es sencilla. Los padres de este álbum ilustrado piensan que tienen un hijo difícil y buscan la solución en la lectura de un libro que les indica cómo han de comportarse con él.

El motivo por el que el protagonista, Atticus, es considerado un niño problemático es porque tiene ideas locas. Una de ellas, que del armario sale una serpiente gigante que le engulle, es la anécdota que se desarrolla en este libro. Michael Sussman, psicólogo clínico, aborda el tema con sentido del humor y con cierta ironía al describir unos padres a los que los juegos y la lectura, en vez de acercarlos a su hijo, les alejan de él al no ser capaces de aceptar su imaginación.

Júlia Sardà pone en imágenes con mucha inteligencia el conflicto utilizando un símbolo tan potente como la serpiente gigante que se desliza sinuosamente por el libro. Sirve también para establecer la unidad de la doble página y facilitar el ritmo y la continuidad de todas ellas. Mantiene sus referencias a movimientos artísticos, en este caso la arquitectura, externa e interna de la casa, que define la personalidad de los padres. Cuida las características de los personajes, su vestuario, la decoración de la casa e incluye pequeños detalles que resultan significativos para la interpretación de lo que se nos va contando y que el lector debe interpretar cuando desaparecen las palabras.

—JGMC, Revista Peonza.