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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

Experiencia límite – Diario de Navarra – «Travesti de Mircea Cărtărescu», de Edmond Baudoin

El autor de ‘El viaje’ adapta al cómic la novela ‘Lulu’ de Mircea Cărtărescu, en un relato onírico plagado de obsesiones.

Carlos Pardo definió en el prólogo del libro Travesti de Mircea Cărtărescu, obra original de 1994 y que Impedimenta publicó en España en 2011 con el título de Lulu, como “una experiencia límite”, y no parece que le falte razón. El dibujante francés Edmond Baudoin debió de entender este concepto del mismo modo y ha realizado una adaptación extrema del libro del escritor rumano en un cómic que no concede ni un segundo de respiro al lector.

La historia de Travesti se sitúa en el Bucarest de 1917. Allí encontramos a Víctor, un escritor que bastante atormentado que trata de recordar qué le pasó hace años, en su época de estudiante, y lo que sucedió con Lulú, uno de sus compañeros de liceo que, disfrazado de mujer y aprovechando la fiesta de clausura de un campamento de verano, lo lleva a mantener un contacto sexual. Víctor sueña con convertirse en un escritor célebre, que consiga alcanzar la fama tras su muerte, y proyecta en el futuro su propia muerte escribiendo, mientras sigue dando vueltas en su cabeza a las razones por las que el encuentro con un muchacho travestido en un campamento hizo tanta mella en él, en su conducta y en sus pensamientos, partiendo su vida en dos. Este trabajo no es una mera adaptación al uso, ya que Baudoin alterna la transcripción de la novela Travesti con sus encuentros con Cărtărescu, quien creó su alter ego en Víctor, el personaje de su novela. Así que aquí tenemos una especie de autobiografía en segunda persona, donde las obsesiones de Cărtărescu resuenan extrañamente con las de Baudoin en un cómic tremendamente onírico. El sexo, la locura y la angustia son los ingredientes de esta experiencia sin precedentes de unión alucinatoria entre un escritor y un autor de cómics. Todo de un modo tan personal que a veces puedes tener la sensación de que hay ideas que se quedan en el universo de ellos dos y que no llegas a desentrañar. Y es que Travesti, Lulú, son los sueños que perduran, es lo que queda, y que hace que todas las ilusiones que Víctor tuvo en esa época no mueran ni queden olvidadas para siempre. Baudoin se representa también a sí mismo en su visita a Bucarest y Budila para obtener información y referencias que le ayuden a adaptarse; se reúne con otras personas, incluido el propio Cărtărescu, para comprender mejor la obra, habla de su relación personal con las ciudades, las mujeres, la literatura en general, su trabajo como autor. Y esta realidad y fcción se van entremezclando

PARTE ACTIVA
El viaje le servirá al dibujante para apropiarse de la obra y entregar su propia lectura y su adaptación, tomando parte activa no solo con sus dibujos sino con sus reflexiones. Por momentos, el cómic recuerda a la biografía que realizó de Salvador Dalí, más allá del surrealismo textual y gráfico que comparten ambas obras. Travesti es un cómic en la que todas las ideas se entrelazan y en el que Baudoin va componiendo escenas en las que las figuras, los sueños y los fantasmas fluyen y se enredan en viñetas cargadas de simbolismo. A ello contribuye magistralmente todo el despliegue gráfico del artista galo, con sus escenarios, los personajes, a menudo deformados, las escenas de sexo y el manejo magistral, marca de la casa, del blanco y negro.

—Jon Spinaro, Diario de Navarra.