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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

Reseña: «El Invencible», de Stanislaw Lem – Diario de León

Puede que a muchos no les suene su nombre, pero cineastas de la talla de Steven Soderbergh han llevado al séptimo arte libros del escritor polaco de ciencia ficción Stanislaw Lem como Solaris, un «filósofo, científico, divulgador y mente privilegiada» cuyo centenario de nacimiento se celebra este año.

Con motivo de esta efeméride mundial, la editorial Impedimenta se ha erigido en España como la encargada de poner el nombre de Lem en la lista de «los grandes autores» de la literatura universal. Y, aunque ya son doce las novelas que ya ha publicado del polaco, como El profesor A. Donda, ahora suman una más, El invencible (1964). «Lem es un autor de mucha trayectoria pero nunca ha sido editado de un modo serio en España. Lo publicó Bruguera y luego Alianza con más tino, pero siempre ediciones de bolsillo de literatura popular. Sin embargo es un filósofo, científico y divulgador una mente privilegiada que utilizó la ciencia ficción como vehículo para expresar sus ideas, que muchas veces eran muy radicales y adelantas», ha contado a Efe Enrique Redel, editor de Impedimenta.

Nacido en 1921 en la ciudad polaca de Lwów, ahora Ucrania, la biografía de Lem está llena de «vacíos», cuenta Redel, sobre todo porque él se ha encargado de que así sea ya que hay una parte de su vida de la que él no quiso hablar: su familia era católica pero de ascendencia judía y se salvó del Holocausto gracias a documentación falsa y por huir del gueto de su ciudad. Siguiendo los pasos de su padre, según cuentan la biografía de Lem, se matriculó en la Facultad de Medicina de Lvov hasta que, en 1939, los alemanes ocuparon la ciudad.

Durante los siguientes cinco años, Lem, miembro de la resistencia, vivirá con papeles falsos y se dedicará a trabajar como mecánico y soldador, y a sabotear coches alemanes. Fue en 1942 cuando su familia se libró de milagro de las cámaras de gas de Belzec y al término de la contienda el autor regresó a la facultad, aunque la abandonó al poco tiempo debido a discrepancias ideológicas y a que no quería que lo alistaran como médico militar. Ya en 1946 fue repatriado a la fuerza a Cracovia, donde fijó residencia y donde arrancó una «titubeante» carrera literaria que comenzó con la considerada como su primera novela El hospital de la transfiguración, escrita en 1948 pero no publicada en Polonia hasta 1955 debido a problemas con la censura comunista.

—Pilar Martín, Diario de León.