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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

Reseña: «Una libertad luminosa», de T. C. Boyle – Rockdelux

Autor de hitos como “Música acuática” (1981; Impedimenta, 2016), T.C. Boyle (Peekskill, 1948) se circunscribe a ese grupo reducido de genios literarios norteamericanos aún no valorados como se merecen dentro de nuestras fronteras. Con el fin de ir cambiando esta dinámica, Impedimenta está realizando una gran labor editorial con Boyle, que ya le ha llevado a publicar prodigios literarios como Los Terranautas (2016; Impedimenta, 2020), aunque tampoco debemos olvidar otros banquetes novelescos de cinco tenedores como Las mujeres (2009; Impedimenta, 2013) y El pequeño salvaje (2010; Impedimenta, 2012), muestras más que elocuentes del genio latente expuesto en cada uno de sus envites literarios contra las formas y los caminos comunes. Sin embargo, lo que hoy nos lleva hasta aquí es Una libertad luminosa (Outside Looking In, 2019; Impedimenta, 2021), la nueva novela en castellano del escritor neoyorquino (afincado en el Sur de California), fabulosamente traducida por Jon Bilbao.

Publicada originalmente hace dos años, esta es la penúltima novela de un autor adscrito al saludable arte de la reescritura histórica, tal como hizo en su momento con el arquitecto Frank Lloyd Wright o en esta ocasión con Timothy Leary, gurú del LSD, que le sirve como timón argumental para tallar una escultura narrativa de relieves profundos y grotescos, moldeados desde su puntería descriptiva, la cual libera de amarres en las hiperbólicas descripciones surgidas por la ingesta de las drogas psicodélicas de sus personajes.

Más allá de sus indudables atributos literarios, Boyle nos sumerge en los límites confusos entre identidad y conciencia, y lo hace por medio de los años hippies, era por antonomasia del LSD, que él precede con una memorable excursión hasta los años cuarenta, en la que nos encontramos con el doctor Albert Hofmann dando forma al ácido lisérgico, y nos traslada a Cambridge, año 1962. Aquí, la acción toma velocidad de crucero, antes de ir avanzando en una trama expuesta bajo los códigos narrativos de todo un prestidigitador de la narrativa norteamericana, capaz de transitar las carreteras argumentales bajo los efectos psicóticos de Jim Dodge, y de tejer personajes guiados por el absurdo existencial que bulle en las novelas de Thomas Pynchon.

En este sentido, “Una libertad luminosa” avanza sin freno, como si se tratara de una especie de prima lejana racional de “Stone Junction” (1990) y “Vineland” (1990), obra de los novelistas mencionados antes, respectivamente.

Más allá de tan nutritivo juego de reflejos, pocas veces los años del jipismo han sido descritos con tal precisión y humor, a partes iguales. Y es que, a lo largo de 424 páginas, Boyle nos induce a la lisergia narrativa de su prosa, siempre haciendo equilibrismos sobre la ironía subyacente, dinamizada a partir de su memorable capacidad para tejer diálogos explosivos, de innata fluidez.

Con tal caudal de ingredientes, “Una libertad luminosa” brota de forma esplendorosa. Definitivamente (y permítanme el mal chiste), una experiencia literaria de doble gota. Como mínimo.

—Marcos Gendre, Rockdelux