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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

Impedimenta y Marysé Condé, un amor fortuito que se ha hecho eterno – «Yo, Tituba, la bruja negra de Salem», de Maryse Condé – La Vanguardia

Como casi todo en la vida, la relación entre la escritora guadalupeña Maryse Condé y la editorial Impedimenta comenzó por «casualidad», un inicio fortuito que arrancó en 2018 y que este año se afianza con fuerza con la publicación de Yo, Tituba, la bruja negra de Salem.

Así lo cuenta a EFE Enrique Redel, editor de esta editorial que ya cuenta en su haber con otros títulos de la autora, como son Corazón que ríe, corazón que llora, La vida sin maquillaje y La deseada, todas ellas publicadas de manera puntual cada comienzo de año desde 2019.

«Fue una casualidad, cuando ganó el Nobel alternativo, la traductora Marta Asunción Alonso, que es gran valedora en España y su gran experta, nos escribió ofreciéndonos Corazón que ríe, corazón que llora. Entonces no era conocida y decidimos que iba a ser una de nuestras autoras centrales del catálogo porque aúna cariño y rigor por la mujer negra caribeña y por la francofonía caribeña», dice Redel.

Con el avance de que en 2023 ya tienen previsto la publicación de El evangelio del nuevo mundo, el editor de Impedimenta confiesa que la relación que tienen con Condé es de «amor completo» porque hablamos de «una autora fascinante» que cuando la conoces en persona descubres también que «es tierna, inteligente».

En concreto, el nuevo título que proponen para este año (ya a la venta) es Yo, Tituba, la bruja negra de Salem, galardonada con el Grand Prix Littéraire de la Femme, una obra en la que la guadalupeña (1937) se pone en la piel de la esclava Tituba, un personaje histórico que fue condenado en los famosos juicios de las brujas de Salem en la colonia inglesa de Massachusetts a finales del siglo XVII.

«Tituba —explica Redel— es víctima de un sistema patriarcal y de un sistema religiosamente excluyente, y sus propias creencias y raíces son un impedimento ante ese mundo masculino en el que ella se reivindica como una mujer no perjudicial, pero a la que culpan en los juicios de Salem».

Un libro, al igual que el resto, que está escrito desde «el centro mismo de la tradición literaria francesa, pero desde un punto de vista periférico», destaca el editor sobre esta autora que fue la «primera» en situar a la mujer mujer negra como «sujeto literario en francés o en lengua francesa con todas sus contradicciones».

Pero si hay que reivindicar a Condé, quien en los últimos años está en todas las quinielas para ganar el Premio Nobel de Literatura, es por la «reivindicación de la figura de la maternidad desde un punto de vista desgarrador», así como por su capacidad de hablar del exilio.

«Todas sus novelas hablan del exilio de estar en el sitio donde no le corresponde y hace que sea una voz irrepetible. No conozco a nadie que escriba como ella, y habla sin rencor. Hay también una cosa muy curiosa que es la visión que tiene del género masculino, es una visión en la que de una manera no reivindicativa, ha hablado de la opresión, de la victimización, de los maltratos, del hombre como centro al que hay que satisfacer y muchas veces busca la ruina a la mujer. Eso lo dice desde los años 80», afirma.

Pero si algo es Condé en Francia, es «incómoda», reconoce Redel, como así dejó claro cuando en 2020 el presidente francés, Emmanuel Macron le entregó la Orden del Mérito de la República francesa a esta escritora que no ha encajado nunca en el mundillo literario francés y que ha recibido más aplausos y reconocimientos fuera que en su país natal.

«Ella le dijo a Macron —recuerda el editor— que era curioso que yo le estuviera dando esa medalla a alguien que en cierto modo odia a la Francia metropolitana. Y, sin embargo, es una de las escritoras más innovadoras, pero está fuera de ese canon, porque no habla el idioma aceptado de la francofonía y eso no está en esa especie de circuito de la literatura. Aunque estoy convencido de que el tiempo la pondrá en sus sitio y será una escritora a reivindicar dentro de 100 años».

En la actualidad Condé vive en un pueblo del sur de Francia junto a su marido, la persona que la cuida porque la escritora tiene una «salud muy precaria» debido a una enfermedad genética degenerativa a la que ella llama «enfermedad de los Boucolon» (el apellido familiar).

Aún así, pese a que ya necesita una silla de ruedas para moverse y casi no tiene visión, sigue escribiendo todos los días gracias a su marido, quien transcribe todo lo que ella le va dictando, como así ha nacido el libro que Impedimenta publicará en 2023: El evangelio del nuevo mundo.

—Pilar Martín Valverde, EFE