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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

Reseña de Fábulas de Robots – «Fábulas de robots», de Stanislaw Lem – Anika entre libros

La editorial Impedimenta prosigue con la publicación de toda la bibliografía del siempre brillante Stanisław Lem, uno de los escritores polacos del siglo XX, por no decir EL escritor polaco. Esta vez recupera uno de sus clásicos de 1964, «Fábulas de robots», donde realiza una mezcla maravillosa: las fábulas con la ciencia ficción.

Son quince relatos que trasladan al lector/a hacia el mundo de las fábulas, composición literaria que vio la luz en la Antigua Grecia gracias a Esopo y que se ha ido desarrollando a través de los siglos y de los periodos históricos. Sin embargo, se trata de unas fábulas innovadoras, en un mundo nuevo, diferente, donde el autor polaco, siguiendo su género habitual de ciencia ficción, tuvo la increíble ocurrencia de transformar los personajes, los animales o los seres inanimados en robots. Aquí encontramos planetas inventados, princesas robots, dragones con circuitos o máquinas inteligentes asesinas, mezclados todos ellos con la presencia del ser humano, el cual simboliza el enemigo. De hecho, en uno de los relatos aparece un hombre que es tratado como un mono de feria, enjaulado y centrando las miradas de seres robóticos.

De nuevo, Stanisław Lem idea un universo especial, que puede antojarse lejano pero que quizá no lo es tanto. El escritor de Leópolis es un mago de las palabras, en especial de las descripciones, y es capaz de hacer que los lectores puedan llegar a tocar los personajes. También continúa con sus indirectas al gobierno soviético, que a la sazón azotaba Polonia y la Europa del Este, convirtiendo al ser humano en el causante de la apertura de la caja de Pandora. Irónico es que, en algún momento, en uno de los relatos, se desliza que los personajes robots han sido diseñados y fabricados por humanos y que aquellos se alejaron para vivir más tranquilos. Y, entretanto, entremezclándolo con escenas cómicas e hilarantes, a veces ridículas.

Fábulas de robots

Estas fábulas prosiguen con su cometido principal: intención didáctica o crítica frecuentemente manifestada en una moraleja final. Esta moraleja no aparece como frase final o como conclusión, sino que es un elemento etéreo que flota en el aire y que el lector/a debe ir deduciendo a través del contexto. Los lectores reflexionarán sobre su vida alrededor, la cual, a pesar de haber transcurrido más de 50 años, sigue tan vigente como a la sazón.

Hay que destacar el grandísimo trabajo de su traductor, Jadwiga Maurizio, pues habrá sido tarea ardua poder transmitir el juego de palabras que permanentemente propone el autor, quien se aprovecha de la complexidad de las lenguas eslavas y de la posibilidad de ir montando palabras compuestas. Los nombres de los personajes no son fruto de la casualidad, y Jadwiga ejerce un trabajo magnífico, como igual de magnífico es su traducción del relato «Cómo se salvó el mundo», donde Trurl inventa una máquina capaz de crear cualquier cosa que empiece con la palabra n. Aquí el traductor debe conformar traducciones que empiecen por una letra concreta, y eso no es moco de pavo.

De entre los personajes, hay que dos que el autor aprovecharía para hacer participar en Ciberíada: Trurl y Clapaucio. Son dos robots inventores, amigos y enemigos a la vez, que se disputan las mejores invenciones. Sus diálogos y sus enfrentamientos desatarán la carcajada de los lectores, al igual que otros personajes en las diferentes fábulas.

Stanisław Lem (Leópolis, 1921 – Cracovia, 2006) fue uno de los principales cultivadores del género de la ciencia ficción en el pasado. Ahogado por la opresora vida de la Unión Soviética, ese género le permitió escapar de la censura y de los castigos, además de crear un universo que aún sigue maravillando a miles de fans. Escribió más de una treintena de libros, enfocándose en novela principalmente. Destaca su obra Solaris, cuya versión cinematográfica se produjo en 1972 y que estuvo nominada a la Palma de Oro. También destacan Ciberíada y Astronautas.

—Cristià Serrano, Anika entre libros, 4 de octubre de 2022