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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

Literatura erótica: prejuicio versus necesidad – The Objective – 13 de octubre de 2022

El eros en la literatura, ¿una dificultad o un prejuicio?

Para la escritora irlandesa Eimear McBride, quien exponen abiertamente el erotismo en sus novelas –Una chica es una cosa a medio hacer (Impedimenta) o Los bohemios menores (Seix Barral)-, la complejidad de describir el eros se debe a que «es una parte de la vida que se mantuvo en secreto durante mucho tiempo y no ha existido la oportunidad de que un vocabulario interesante y adulto haya crecido alrededor de la experiencia sexual. Así que lo que existe es un poco infantil, tímido y abrumadoramente masculino y, si no tenemos las palabras adecuadas, ¿cómo podemos expresar correctamente una experiencia que no se ajusta a lo que ya existe?».

Para la autora es importante entender que la sociedad ha considerado la experiencia corporal menos digna, a diferencia de lo mental, por lo que caemos en una escisión cuando llevamos lo corporal al terreno de lo literario.

En la misma línea de McBride, la poeta y escritora Luna Miguel cree que la dificultad en la aproximación a lo erótico en literatura se debe a que la sociedad es «mojigata» y cuando el lector se acerca a estos textos en los que se dice «culo o polla en voz alta, nos saca la risa tonta». Este sonrojo, afirma la escritora de Caliente (Lumen), se debe a que «seguimos pensando que la masturbación es un tabú» y donde «leer sobre el placer de los demás nos levanta sospechas, o hasta nos da envidia», a lo que concluye: «Me parece que tenemos una visión infantil de lo sexual. Ojalá textos como los diarios de Patricia Highsmith, que están plagados de reflexión sobre el sexo, y que hoy están siendo tan celebrados, nos hagan cambiar de idea».

—Ariana Basciani, The Objective, 13 de octubre de 2022