A veces ocurre, inquietos lectores que, deslumbrados por el brillo publicitario que ensalza a banales escritores, solemos obviar a otros que nos fascinarían o llenarían de sentido las horas que dedicamos a la lectura de sus textos. Suelen deslizarse por la vida sin que, quizás, hayamos tenido noticias de esta.
Y una de estas grandes, grandes escritoras: un auténtico tesoro de la literatura mundial (que nos ha sido dada a conocer gracias a la inteligente y cuidada labor de la editorial Impedimenta): es MARYSE CONDÉ.
Nacida y criada en la caribeña Guadalupe en 1937, se trasladó muy pronto a París para estudiar. Luego vinieron sus viajes a Guinea, Ghana y Mali donde daba clases de francés; en todos estos países provocó la ira de sus gobiernos por su rebeldía y sus denuncias de toda forma de tiranía, abuso y corrupción, hasta que finalmente se instaló en un pequeño pueblo de la Provenza francesa. Es autora de una veintena de novelas y obras de teatro. Alabada por la crítica y muy querida por sus lectores, recibió en el 2018 el premio New Academy, llamado Nobel alternativo, por retratar en su obra «los estragos del colonialismo y el caos poscolonial con un lenguaje preciso y, al mismo tiempo, devastador».
Ahora, postrada en la cama y aquejada por una grave enfermedad hereditaria que le impide escribir, ha dictado a su actual marido su última y soberbia novela: «EL EVANGELIO DEL NUEVO MUNDO», un poderoso testamento literario: un relato de dimensiones bíblicas con ecos de García Márquez, Carlos Fuentes e, incluso, Saramago.
Nos situamos en la isla de Martinica, donde un bebé ha sido abandonado en una cabaña entre las pezuñas de una mula. Ya adulto, ese bebé, llamado Pascal, vive apaciblemente con su familia adoptiva. Es atractivo, mestizo sin saberse de dónde, y sus ojos son tan verdes como la mar que le ha visto crecer. Pero el misterio de su existencia no tarda en hacer mella en su interior. ¿Cuáles son sus orígenes? ¿Qué se espera de él? Las malas lenguas hablan y los rumores vuelan por la isla. Se dice que cura a los enfermos, que lleva a cabo pescas milagrosas… Incluso que es hijo de Dios, pero ¿de cual? En busca de respuestas, Pascal se aventura por una América en la que aún queda mucho por hacer y decir. Profeta sin mensaje, mesías sin salvación, se enfrenta a los grandes misterios de este mundo. Colonialismo, racismo, explotación y globalización se funden con sus propias vivencias en una relato lleno de belleza y horror, amor y desamor, esperanza y derrota. Un relato rico, colorido y glorioso; en donde la autora ríe y llora con sus lectores por una humanidad atrapada bajo el yugo de sus contradicciones.
Una auténtica maravilla que, de seguro, hará desearos leer más obras de esta escritora que ha derrochado su talento a raudales.
—Miguel Ibáñez, La Comarca, 3 de febrero de 2023