También tradujo al japonés numerosas obras de autores occidentales. La bailarina es una narración breve que trata, con gran lirismo y dramatismo, sobre el carácter personal, sobre el amor y sobre la culpa.
El protagonista es un joven japonés, empleado en una oficina gubernamental, que recibe una promoción que implica un traslado a Europa, donde además podrá completar sus estudios. Su verdadera naturaleza se caracteriza por la inseguridad y la falta de voluntad (él mismo se considera un espíritu débil y lastimero y un cobarde, que se ha limitado a seguir un camino pautado por otros). En Berlín, ciudad en la que se instala, parece darse cuenta de que su vida tiene que cambiar de rumbo y él dejar de ser lo que ha sido: “un sujeto pasivo, un autómata sin verdadera conciencia de sí mismo”. Pero ese despertar personal será un espejismo. La prueba de fuego se presenta tras emprender una relación amorosa con una joven bailarina, fruto de la cual ella se queda embarazada. Cuando a él, que pierde su empleo y su buen nombre a causa de diversas circunstancias, se le presenta la oportunidad de regresar a Japón y de recuperar el buen nombre perdido, decide aprovecharla (es incapaz de
librarse de sus ataduras, de dejar de ser una marioneta). La consecuencia es que la bailarina queda trastornada para siempre y que a él le invaden los remordimientos.

Roberto Ruiz de Huydobro