El reencuentro de ‘Los zapatos rojos’ con el lector siempre es mágico pues el hechizo de ‘Los zapatos rojos’ sobre los lectores es solo comparable al hechizo que sufre Karen, la muchacha protagonista del cuento, por unas bailarinas rojas. Andersen plasmó con fidelidad las consecuencias que puede traer todo aquello que se nos mete entre ceja y ceja y no podemos soltar ni con todo el esfuerzo del mundo. Llamémosle a ese sentimiento: hechizo, enamoramiento, fijación, obsesión, idilio, da igual la palabra que utilicemos, los que son dados a las pasiones, entenderán de que hablo y podrán ponerse en el lugar de Karen y comprender el por qué de su pasión por unos zapatos rojos y el por qué de no poder evitar ni querer evitar ese enamoramiento que siente por dentro y que es más fuerte que ella y posiblemente, al contrario de los protagonistas del cuento, no la juzgaran.
‘Los zapatos rojos’ es un cuento para todas las edades y quizás no me equivoque al pensar que se saborea mejor ya con cierta edad por ello se torna en un imprescindible para nuestra biblioteca.
© MARIA AIXA SANZ