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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

Berti gana el Premio Las Américas con un viaje a una China imaginaria

El argentino afincado en Madrid Eduardo Berti (Buenos Aires, 1964) ha logrado con su novela El país imaginado el reconocimiento a la mejor obra narrativa de Hispanoamérica publicada durante 2011. El escritor recibió el galardón Premio Las Américas de manos del mexicano Jorge Volpi, en un acto celebrado dentro del marco del Festival de la Palabra, que se celebra estos días en San Juan de Puerto Rico.

La historia, ambientada en una China “imaginaria” durante los años treinta, cuenta en primera persona las vivencias de una niña de 13 años que, en un contexto de transición entre la China imperialista y la China de Mao, se descubre a sí misma a través de tres vínculos que conforman el corazón de la novela: la familia, la amistad y el amor.

“Me he tomado la libertad de introducir en el escenario de la novela elementos no reales, y escapar de los tópicos que en la literatura occidental solemos reflejar de la cultura china”, cuenta el escritor. La idea de inventar esta China fabulosa nace de la necesidad de liberarse de la narrativa realista: “Poder trabajar en una zona intermedia, en una especie de realismo fabuloso, me ha permitido liberarme y poder jugar con las posibilidades que te ofrece escribir”.

El principal culpable del origen de esta novela, que Leopoldo Brizuela califica de “inolvidable, segura y delicada a la vez”, no es otro que el odiado overbooking de la compañía Iberia. “Fue en un viaje con mi mujer de Buenos Aires a París, donde vivían en 2008, que no pudimos subir al avión porque habían vendido unos 60 billetes de más. Para compensar, la compañía nos dio dos billetes abiertos a cualquier lugar del mundo”, recuerda Berti, que posó después el dedo al azar en el mapa, confiando en la suerte virgiliana, y cayó en China. Ese viaje le abrió miras a una tradición desconocida, a una nueva cultura, a la literatura china. “Todo esto fue determinante, me puse a leer algún libro de tradiciones chinas que le había comprado a mi mujer, que había empezado a estudiar chino desde ese viaje, y flasheé”, cuenta mientras toca la delicada portada de la edición española de El país imaginado, editado por Impedimenta. Las bodas fantasmas, que se celebraban para sellar una alianza entre dos familias chinas, a pesar de que uno de los novios hubiera fallecido antes del enlace; el lenguaje escrito en bordados con el que se comunicaban las mujeres entre ellas porque sus maridos les prohibían escribir; el boom del cine de Shangai de los años treinta… El país imaginario recorre, a pesar del título, los elementos reales que escapan de los chichés, buscando la huida del exotismo tópico.

Aunque el premio Las Américas, dotado con 25.000 dólares (19.172 euros) no es el primer galardón que recibe esta novela (ya ganó el Premio Emecé de novela inédita, fallado en 2011 en Argentina), Berti ha admitido la especial emoción que sintió cuando se le comunicó la noticia, “sobre todo por la calidad del jurado, integrado por escritores, y de los otros autores”. Se refería al resto de los nominados, entre los que estaban el colombiano Juan Gabriel Vázquez, el chileno Alejandro Zambra, el peruano Iván Thays, el mexicano Julián Herbert, la boliviana Beatriz Navia y otro compatriota del ganador, Patricio Pron. El jurado, presidido por el mexicano Jorge Volpi, estuvo compuesto por el ganador Premio Las Américas en 2011, Arturo Fontaine (Chile), Alejandra Costamagna (Chile), Jeanette Becerra (Puerto Rico), Fernando Iwasaki (Perú), Antonio Ovejero (España), Carlos Wynter (Panamá) y Guillermo Martínez (Argentina).

Por Rocío Huerta