Tanto al relatar las pesquisas de la policía acerca de un sobre sospechoso en Ántrax, como el grotesco viaje de un grupo de escritores a Francia en Las bellas extranjeras o los sinsabores de un joven poeta en El viaje del hambre. Con ironía y aguda capacidad de observación, traza divertidas escenas. El humor que derrama es sutil, inteligente. Y aunque el autor se muestre tan cercano, leerle en ese registro despierta reflexiones. Porque lo que cuenta es muy serio.
«Las Bellas Extranjeras», de Mircea Cartarescu
Los TRES CUENTOS que conforman el volumen rompen la línea de este celebrado escritor rumano. Hasta ahora Cărtărescu había publicado narraciones densas, y en este caso su prosa es más desenfadada.