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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

Adiós a la inocencia

La vida de Elizabeth Bowen (Dublín, 1899 - 1973), considerada una de las más importantes narradoras en lengua inglesa del siglo XX, daría para escribir la más conmovedora de las novelas. Obligada a mudarse a Inglaterra tras la enfermedad mental de su padre, fue acogida por sus tíos en Londres a la muerte de su madre.

Cursó estudios de arte, pero pronto descubriría en la escritura su verdadera vocación. Se unió entonces al círculo de Bloomsbury, de la que sería digna heredera, motivo por el cual no es difícil encontrar en su obra claros ecos de Virginia Woolf. Aunque se casó a los veinticuatro años con Alan Cameron -con quien viviría hasta su muerte-, mantuvo varias relaciones extramatrimoniales, incluyendo una con el escritor Sean O´Faolain y otra con la poeta americana May Sarton.
Desde su primer libro de relatos “Encounters” (1923) hasta su última obra, “Eva Trout” (1970), Elizabeth Bowen pasaría por todo tipo de complejas vicisitudes económicas. Miembro de la Academia Irlandesa de las Letras, Comandante de la Orden del Imperio Británico, murió de cáncer de pulmón en 1973 y fue enterrada junto a su marido a las puertas de la iglesia de St. Colman, en el condado de Cork.
Su obra maestra, “La muerte del corazón” (Impedimenta), fue publicada en 1938, aunque nunca hasta ahora había sido editada en España, y está considerada por la revista Time como una de las cien mejores novelas del siglo XX. Ambientada en el período de entreguerras, narra la historia de Portia Quayne, una joven huérfana de dieciséis años, que es acogida por su hermanastro Thomas y su esposa Anna, siguiendo el deseo de su padre – su última voluntad-. Portia tendrá que acostumbrarse a la sociedad burguesa londinense de los años treinta, a la que pertenece su nueva familia y, para ello, recurrirá a su diario, como vía de escape y modo de equilibrar sus sentimientos más íntimos. Su nueva vida, tan lujosa como estéril, no es factible sin emociones, aunque ello suponga salir al encuentro de la más profunda desilusión. Pronto, se enamorará de Eddie, un joven irreflexivo y alocado, que trabaja en el bufete de abogados de Thomas, y que, a pesar de sus requerimientos, permanecerá ajeno a su ingenuo amor.
El libro se divide en tres partes, tituladas con el nombre del trío de enemigos del alma, tal y como los define la Biblia: el Mundo (la ostentación y la falsedad en la que Portia deberá desenvolverse), la Carne (los celos y el deseo que asaltarán a la protagonista durante unos días de vacaciones en un pueblo costero de Inglaterra) y el Diablo (en el que el desengaño y la traición se alían para dar muerte a la inocencia y, como anuncia el título de la novela, al corazón).
Cabe resaltar la encomiable labor en la traducción de Eduardo Berti que ha sabido trasladar con naturalidad y oficio el personalísimo estilo de la autora.
Novela, al cabo, tan envolvente como turbadora, y que subraya aún más, la importante labor realizada por Impedimenta en su afán de dar a la luz lo más valioso de la literatura clásica y moderna.

POr Jorge de Arco