cabecera 1080x140

Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

‘El viaje de Shackleton’, de William Grill

Desde que hace unos años, en una exposición que trajo la Fundació La Caixa a Palma, descubrí la expedición de Ernest Shackleton a la Antártida, me convertí en un gran admirador del apasionante viaje y fracaso de este aventurero en el Polo Sur. Desde ent…

Desde que hace unos años, en una exposición que trajo la Fundació La Caixa a Palma, descubrí la expedición de Ernest Shackleton a la Antártida, me convertí en un gran admirador del apasionante viaje y fracaso de este aventurero en el Polo Sur. Desde entonces he seguido con ilusión cada nueva aparición de esta gesta en los medios, fuera en forma de documental, adaptación en cómic (Luis Bustos hizo una realmente espléndida en 2011 titulada ‘Endurance’), o como el caso que nos ocupa. William Grill escribe y dibuja ‘El viaje de Shackleton’, que publica Impedimenta.

Como ya sabréis muchos de vosotros, la expedición de Shackleton, a bordo del Endurance, tras serle arrebatada la oportunidad de explorar el Ártico, pretendía convertirse en la pionera en la exploración del continente antártico, a pesar de que los obejtivos concretos nunca llegaron a aclararse. Pero las esperanzas de Shackleton se fueron al traste cuando el Endurance quedó embarrancado en el hielo durante meses y finalmente se hundió. A partir de ahí (y es donde la simple aventura expedicionaria se convierte en una verdadera odisea humana), Shackleton prefirió salvar a su tripulación que lograr sus objetivos y que no volvieran todos sus hombres, y empezó un titánico viaje para conseguir ayuda y volver a casa.

En esta gesta radica la verdadera grandeza de Shackleton: un hombre que vio rotos sus sueños, pero que se mantuvo firme en su convicción de que la responsabilidad que tenía para con sus hombres le obligaba a llevarlos a todos a casa sanos y salvos. Por eso soy tan fan de la gesta del británico.
Shackleton impedimenta ‘El viaje de Shackleton’ de William Grill es una obra a medio camino entre la crónica documental y el libro juvenil. Para ilustrar la obra, el autor opta por un trabajo minucioso y estructuralista, hecho en lápices de colores, cuya paleta de colores orbita sobre el blanco y el azul. Sus diminutos y concienzudos dibujos se encargan de enmarcar el texto, además de ilustrarlo y complementarlo. Son comunes, por ejemplo, los inventarios dibujados o las listas ilustradas.

El libro está estructurado en breves capítulos, y destacan de ellos las espléndidas viñetas a doble página (recordemos que el libro es formato álbum) que muestran perfectamente la grandeza de una naturaleza salvaje y la insignificancia del hombre a la que tuvo que enfrentarse el aventurero británico. La edición de Impedimenta, en este sentido, tanto en portada como en interiores, es sencillamente sublime.

En cierta forma, esta manera de organizar la información, y de ser divulgativo a la vez que entretenido, me recuerda a la manera en que Peter Sís planteaba su obra ‘El piloto y el principito’, consiguiendo una obra que puede interesar tanto por su preciosa arte artística, como por el contenido documental. Grill, a pesar de la preponderancia del dibujo sobre la letras, es bastante prolijo y en su narración no se echa de menos ningún detalle de las muchas anécdotas que suscitó el viaje de Shackleton.

Tanto para los que ya conozcan la gesta de Sir Ernest, que como es común, se dice que cierra la Edad Heroica de las exploraciones, como para los que no sepan nada de él, este libro es una magnífica aproximación a lo que fue no sólo una aventura épica, sino un canto al valor y la lucha contra la adversidad, precisamente el año que se celebra el 100 aniversario de esta gesta.