Esta recomendación también es válida para cualquier auto-obsequio medianamente justificado ya que estamos ante una obra bellamente acabada en la cual la calidad de las ilustraciones se asocia a una hermosa narración llena de referencias a los grandes textos que han acompañado al hombre desde la antigüedad. La Biblia sobre todo pero también las mitologías nórdicas, griegas o los Cuentos de las mil y una noches aparecen en delicadas pinceladas en esta fábula que se inicia en la Tierra del Norte con un niño encontrado por tres hermanas que, ante la imposibilidad de compartirlo, piden al hechicero que lo divida en tres. Esa fragmentación del alma hará que su recomposición sea incompleta y provoque la búsqueda de una parte perdida lo que se convertirá en un viaje iniciático por la Tierra Temprana.
Cada capítulo dará lugar a nuevas narraciones que hilvanarán con un hábil hilo conductor una historia compleja con múltiples lecturas sobre las relaciones humanas. Esta presente el amor, la familia con sus conflictos paterno-filiales y entre hermanos, el poder, la organización social. Bajo la amable forma de la leyenda se esconde un mundo en el que encuentra cabida fácilmente nuestra sensibilidad y ese es el agradable descubrimiento que produce la lectura de este libro del que probablemente oiremos hablar bastante.
De hecho, Isabel Greenberg esta en estos días promocionándolo en nuestro país tras el éxito obtenido en el Reino Unido donde ha recibido el Premio a la Mejor Novela Gráfica del Año por la British Book Design and Production Association. Esta autora de tan sólo 26 años estudió en la Universidad de Brighton y ha trabajado como ilustradora para varias editoriales y prensa. Ya en 2011 ganó el Observer / Cape /Comica Graphic Short Story Prize por “Amor en clima gélido”, primer capítulo de lo que es ahora “La Enciclopedia de la Tierra Temprana”. El libro ha conseguido también dos nominaciones a los Premios Eisner (mejor álbum y mejor autor), galardones de referencia en el ámbito del cómic estadounidense.
Visualmente la obra es interesante y también sintetiza inluencias diversas más allá del mundo de la historieta. En algunas láminas se adivina El Bosco y también cierta iconografía clásica como guerreros asirios o iluminaciones y cartografías medievales. El uso del color, sobre un blanco y negro que explora toda una amplia gama de matices, es sobrio y eficaz. El trabajo gráfico se completa con una cuidada maquetación, una portada elegantemente diseñada y llega incluso al uso de una tipografía creada especialmente por Dan Berry.
Atrévanse pues a descubrir esta “Enciclopedia de la Tierra Temprana”, sospecho que no se arrepentirán.
Por Leonardo Santos